La procesión del Domingo de Ramos fue suspendida debido al riesgo de lluvia. La asociación de cofradías de Semana Santa tomó la decisión un par de horas antes del comienzo del recorrido "para evitar poner en peligro" los cinco pasos que iban a procesionar ayer a partir de las 18 horas, tal como afirmó el presidente de la entidad que agrupa a las 33 hermandades de la ciudad, Miguel Llabata. "La previsión meteorológica anuncia una tarde nefasta y las imágenes no se pueden mojar, por lo que hemos adoptado esta decisión con todo nuestro pesar", explicó. Es la primera vez en al menos dos décadas que anulan una de las procesiones más importantes de Palma, según añadió.

La junta directiva de la asociación avisó de inmediato a todos los responsables de las cofradías palmesanas para que informasen de la medida a sus penitentes. Y enviaron mensajes de wasap en los que lamentaban comunicar "que la procesión de la Sagrada entrada de Jesús en Jerusalén queda suspendida por las inclemencias meteorológicas", como se podía leer en uno de ellos. La Policía Local de Palma también dio el aviso a través de las redes sociales, pero algunos asistentes, tanto cofrades como público, no se enteraron a tiempo y sus caras de decepción eran visibles en la calle Sant Jaume, desde donde se iniciaba el recorrido.

El paso titular, que da nombre a la procesión, permanecía en el interior de la parroquia. "Si no puede salir, la procesión no tiene sentido", argumentó Llabata al ser preguntado sobre la posibilidad de realizarla sin los cinco pasos. Han sido creados con materiales delicados, como tallas de vírgenes y cristos, madera, tela y adornos florales. "El corazón nos pedía hacerla, pero la cabeza ha dicho que no", concluyó el presidente.