"Calidad frente a cantidad". De este modo ha resumido el presidente de las cofradías de Semana Santa, la reducción del número de procesiones a casi la mitad. Habrá nueve, ocho menos que en los últimos años. Con el cambio, "se volverá a las raíces", cuando en Palma había un único recorrido por día. Las novedades afectan al Lunes y el Miércoles Santo, que tenían hasta seis y siete desfiles, respectivamente.

Por lo tanto, el lunes día 26 se celebrará la tradicional procesión del Sant Crist de l´Agonia, a la que se unirá la de Nostra Senyora de l´Esperança i la Pau, en el barrio de la Calatrava; y la procesión del Crist dels Boters, que recorre el Puig de Sant Pere. Hasta ahora, las dos primeras tallas desfilaban por separado, pero la asociación de cofradías las ha juntado porque comparten un mismo territorio parroquial. Además, se suprimen las procesiones de Jesús del Buen Perdón, la Oración y el Camino del Calvario.

En cuanto al miércoles, este año habrá dos: la tradicional del Sant Crist de Santa Creu y la del Camí de Getsemaní, en la Soledat. Durante las dos últimas décadas, cada vez más barrios, sobre todo del extrarradio de la ciudad, se fueron sumando a la celebración de desfiles religiosos, por lo que se llegaron a tener siete solo ese día. A partir de ahora se eliminan las procesiones de los barrios de Nou Llevant (Jesús del Gran Poder), Pere Garau (la Agonía), el Molinar y Son Rapinya (la Salle), así como la que partía de la iglesia de Sant Miquel (Jesús de la Humildad).

Llabata ha explicado esta mañana, durante la presentación del programa de Semana Santa, que las cofradías que desfilaban en las procesiones "reestructuradas" se pueden sumar a las que se mantienen y que las 33 hermandades seguirán participando en el acto religioso más importante de la Pascua palmesana, la procesión del Crist de la Sang, el Jueves Santo, que no sufre ningún cambio. Tampoco hay modificaciones en la que da inicio a la semana de Pasión, la de los Estendards, el Domingo de Ramos ni el Viernes Santo.

El pregonero de este año será el nuevo obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, debido a este nombramiento y "por su implicación en las cofradías, ya que anteriormente era el encargado de la pastoral de piedad popular" y la ha creado en la Diócesis mallorquina, porque no existía y es la que se encarga de las cofradías de Semana Santa.