El Molinar ha aparecido lleno de cucarachas vivas y muertas por la fumigación que está realizando Cort durante toda la semana. Los insectos huyen de las alcantarillas tras la introducción en ellas de los productos para el tratamiento preventivo de la plaga, por lo que el llamado "efecto desalojo" está provocando que muchos de los bichos se introduzcan en plantas bajas de las viviendas del barrio marinero, tal como denuncian los vecinos afectados.

El servicio de desratización y desinsectación de la concejalía de Sanidad y Consumo lleva a cabo fumigaciones preventivas en los barrios de Palma dos veces al año, según explicaron ayer. Cuando las cucarachas se intoxican con los productos, intentan escapar y la estampida provoca numerosas quejas, como está ocurriendo en la barriada del litoral.

La revisión y control de plagas también se realiza en los centros educativos públicos de la ciudad a lo largo del año y la concejalía recomienda que los residentes y propietarios de establecimientos privados de todo tipo efectúen sus propias actuaciones preventivas de forma coordinada con Cort para que los tratamientos sean más efectivos.