La Policía Local de Palma tramitó 35 delitos de odio durante el año pasado, así como dos amenazas e injurias a colectivos policiales. Además de estos 37 informes judiciales, hubo siete expedientes administrativos, de los que uno era por publicidad sexista, por lo que fue remitido al Institut Balear de la Dona, tal como informaron fuentes de la concejalía de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento.

Respecto a los informes judiciales, los casos denunciados estaban relacionados con racismo, homofobia, libertad religiosa y discapacidad, según especificaron. Todo ello se tramitó a través de la Oficina de Delitos de Odio creada a principios de 2017. El pasado fin de semana se produjo una nueva agresión homófoba cuando "dos jóvenes fueron agredidos brutalmente e insultados por su orientación sexual y expresión de género, además de por hablar en catalán", según confirmaron fuentes municipales.

Dos ejemplos de delitos de odio que se produjeron en 2017 ocurrieron en febrero, cuando dos hombres negros denunciaron que les habían echado de un bar del paseo Marítimo con la excusa de que "olían mal" y, pocos días después, aparecieron pintadas xenófobas en una panadería de Palma. Al mes siguiente, varias iglesias de Ciutat denunciaron acoso sistemático con pintadas y pegatinas y, en junio, un grupo neonazi irrumpió en un concierto en s'Arenal y gritaron "extranjeros fuera" ante la presencia de un joven negro.

Estos casos fueron tramitados por la Policía Local, aunque si existen competencias compartidas con la Policía Nacional o la Guardia Civil, los agentes municipales recogen la denuncia de la víctima y realizan las primeras investigaciones, y posteriormente lo remiten al juzgado y a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado con competencias.

El porcentaje de denuncias de este tipo de delitos (una media de un 20%) es bajo por miedo o desconfianza de los afectados, tal como explicó la regidora Angélica Pastor cuando presentó la citada oficina municipal.