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Sa Llonja

Sa Llonja exige que Cort declare la zona como acústicamente contaminada

Los vecinos han realizado mediciones sonométricas de los últimos cinco años, que han dado niveles de ruido superiores a los permitidos

Controles policiales contra los ruidos en sa Llonja poco después de la primera declaración como ZAC. B. RAmon

Un grupo de vecinos de la barriada de sa Llonja ha exigido Cort que declare la zona como acústicamente contaminada y que se adopten las medidas oportunas para solventar definitivamente esta situación, que viene arrastrándose hace años ya que, según un pronunciamiento del Tribunal Superior de Justicia (TSJB) de 2014, "los derechos fundamentales de los residentes a la intimidad personal y familiar y a la inviolabilidad del domicilio consagrados en la Constitución están siendo vulnerados".

Cuatro vecinas de la zona, a título individual pero que forman parte de la asociación del Puig de Sant Pere, presentaron el pasado viernes en el registro general del Ayuntamiento de Palma la solicitud para declarar nuevamente sa Llonja como Zona Acústicamente Contaminada (ZAC).

Como consecuencia de este pronunciamiento los vecinos solicitan la adopción de una serie de medidas tendentes a corregir la contaminación acústica, que se resumen en el adelanto del horario de cierre de los establecimientos a la una de la madrugada (ahora cierran a las tres) los fines de semanas y festivos y a las 12,00 horas los días laborables. El horario de cierre de las terrazas debería adelantarse a las 11 de la noche, como ya se hace en distintas zonas de la ciudad.

Asimismo, se debe reducir a la mitad el número de licencias actuales de ocupación de la vía pública, prohibir el acceso de las motos en la zona Acire y eliminar la parada de taxis.

Según los vecinos, las anteriores medidas se justifican en las mediciones sonométricas realizadas durante cinco años consecutivos, "que demuestran la contaminación acústica en sa Llonja y su permanencia en el tiempo. Se trata de la zona comprendida entre el paseo Sagrera, la Avenida Antoni Maura, la calle Apuntadors y la plaza Drassana. Estas mediciones determinan niveles de ruido de hasta 65 decibelios en el interior de las viviendas por la noche tanto desde una ventana como desde el balcón comedor. Los máximos de ruido permitidos por la ordenanza municipal en estas circunstancias son de 25 decibelios en el interior de los dormitorios y de 30 en las otras habitaciones. Cabe resaltar que los niveles de 65 decibelios equivalen a los que se generan cerca de la vía de cintura y en los polígonos industriales de día.

Los vecinos también mencionan en su escrito la sentencia del TSJB, del 30 de junio de 2014, en la que se declara que sus derechos constitucionales están siendo vulnerados, además de la obligación municipal de protegerlos.

Defensor del Pueblo

Igualmente, recuerdan la Recomendación del Defensor del Pueblo en la que se pone de manifiesto el derecho de los vecinos a que el Ayuntamiento de Palma "proceda a la imposición de límites horarios de funcionamiento y apertura al público tanto para las actividades existentes como para las que puedan autorizarse en los locales afectados por la declaración de ZAC de una zona del barrio de sa Llonja de esta ciudad".

Asimismo, solicitan que el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) declare la zona como de especial protección y mantenga de forma permanente las restricciones horarias con el fin de que éstas no tengan que revisarse cada dos años.

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