Se ha vuelto a intentar y no se ha conseguido. La petición hecha por el Ayuntamiento a la que se sumaron el Govern balear y el Consell de Mallorca el pasado año de que el ministerio de Defensa retornase la casa de Emili Darder para convertirla en un espacio que rindiese homenaje a las víctimas de la represión franquista, como el propio Darder, último alcalde republicano de Palma asesinado en 1937, ha sido denegada.

"Imagine que se le solicitara al Ayuntamiento la cesión a este Ministerio del edificio donde tiene su sede esa corporación municipal para instalar en él la sede de la Delegación de Defensa en las Islas Baleares" fue la respuesta remitida el pasado mes de diciembre por Agustín Conde, secretario de Estado de Defensa y mano derecha de la ministra Cospedal.

La reacción del alcalde de Palma "ante esta respuesta carente de sensibilidad y prueba de un desconocimiento profundo de la trascendencia de la figura histórica del alcalde republicano Emili Darder" no se ha hecho esperar.

"Comparar una propiedad usurpada y expoliada por el franquismo con la casa del pueblo de todos los ciudadanos de Palma, como es el Ayuntamiento, significa tener un concepto muy perturbado de la democracia". Estas respuesta llenas de ignorancia solo animan a seguir luchando por la reparación e las injusticias derivadas de la dictadura", prosiguió Noguera.

El alcalde, que fiel a la promesa hecha a los descendientes de Darder de hacer lo posible para tramitar la devolución de este bien confiscado en la Guerra Civil, se ha mostrado convencido de que "más tarde o más temprano, esta casa será devuelta a la ciudad".

Noguera "invita" a María Dolores de Cospedal, ministra de Defensa, que "ponga una fecha para la cesión, o la sociedad civil no parará hasta que este lugar sea un referente cultural, educativo y sanitario".

La respuesta del que fuera alcalde Toledo, el político Popular y actual secretario de Estado de Defensa alega que "el inmueble se encuentra en pleno uso y proporciona un servicio fundamental a todos los ciudadanos de Palma de Mallorca e Islas Baleares en el ámbito de la seguridad y la Defensa Nacional, siento trasladarles que no resulta posible acceder a su petición".

Sin embargo, tal y como apunta Ferran Cano, nieto del propietario legítimo que fue despojado de su vivienda, Emili Darder, "en realidad se hace poco uso del edificio".

Una respuesta "contestada"

La que fuera diputada de Més y actual profesora de Derecho Internacional en la UIB, Margalida Capellà puso al rojo vivo ayer las redes sociales al contestar al delegado de Defensa ante "su soberbia infinita". La contestación se sirve del "Imagine" dado por el político del PP cuando compara la casa usurpada a Darder con la sede del Ayuntamiento, y que Capellà va desmenuzando como la canción de John Lennon.

"Imagine que ese inmueble situado en la calle Antoni Planas i Franch nº 9 fuera propiedad de un alcalde democrático fusilado por un consejo de guerra formado por militares golpistas hace justamente 81 años, el 24 de febrero de 1937. Imagine que a ese alcalde le confiscaron por edicto militar todos sus bienes: casas, laboratorio, muebles, cuadros, su colección de fósiles, su biblioteca. La familia ha ido recuperando sus bienes, imagínese Ud. lo que costó y la humillación que pasaron su esposa y su hija. (...) Imaginémonos por un instante que en España se hubieran depurado responsabilidades penales, civiles y administrativas por estas confiscaciones y estos abusos por parte del franquismo contra las víctimas republicanas.

La casa fue expropiada a la familia en los años 50 que aceptó un justiprecio "cansados de luchar", recordó Capellà acerca de este edificio simbólico para Palma.