Los empresarios de las calle Fàbrica, Blanquerna y, en menor medida, los de la Platja de Palma, bloquean el acuerdo sobre las modificaciones de la ordenanza terrazas y el Partido Popular les apoya en su reivindicación de mantener la actual ocupación del espacio público con mesas y sillas.

En la reunión celebrada ayer tarde, con el fin de intentar consensuar los cambios que se pretenden introducir en la ordenanza para ganar más espacio para los peatones, no hubo acuerdo global, aunque se constató el avance habido en otros puntos.

Una vez aceptado por parte del equipo de gobierno que, excepto en el centro de la ciudad y en Santa Catalina, se deje un espacio libre de dos metros en lugar de los dos metros y medio propuestos inicialmente, también es probable que se pueda alcanzar un acuerdo en otras cuestiones como el horario o la estética de los materiales, planteada por Arca.

Los restauradores de Fàbrica ofrecieron como alternativa al mantenimiento de su actual ocupación, la supresión "mañana mismo" de las pérgolas y de los cerramientos laterales. En el resto de la ciudad la asociación de Restauración también estaría dispuesta a aceptar la supresión de estos elementos, aunque incialmente plantean la necesidad de ampliar el plazo de carencia fijado en estos momentos en 18 meses.

El presidente de la Federació d'Associacions de Veïns de Palma, Joan Forteza, tras recordar las cesiones realizadas en cuanto a los metros libres que se deben dejar en las barriadas, afirmó que no van a ceder más en relación a su última propuesta planteada para las calles Fàbrica y Blanquerna, que aún es más restrictiva que la del equipo de gobierno, ya que exigen que se dejen 2,5 metros libres entre las fachadas y las terrazas. Pese a ello, Forteza confía en la posibilidad de alcanzar un acuerdo, puesto que hay voluntad entre las partes de seguir negociando.

Nueva reunión en marzo

De hecho, las partes se emplazaron a una próxima reunión para la primera semana del mes de marzo, con el fin de que, tal como explicó al alcalde, Antoni Noguera, aprobar inicialmente la modificación en el pleno de marzo y en el de abril proceder a la definitiva.

Una cuestión que quedó sobre la mesa para la próxima reunión es la relativa a la distancia que deben mantener las terrazas en relación al mobiliario urbano. La propuesta municipal inicial ha sido modificada tras más de un año de negociaciones y, por el momento, ha quedado concretada en cinco puntos principales.

Se mantinen los 2,5 metros libres para el paso de peatones en el centro y en Santa Catalina, mientras que en el resto de la ciudad se ha aceptado la propuesta de los restauradores de dejar solo dos metros, la misma distancia actual, aunque solo para los establecimientos que están en funcionamiento en estos momentos. De esta forma, de las 1.098 terrazas actuales desaparecen 42 ( un 4%), 17 en la zona centro y 25 en Santa Catalina.

Las 150 pérgolas autorizadas deben desaparecer en 18 meses a partir de la enterada en vigor de la ordenanza y solo se permitán sombrillas, aunque se mantienen las mamparas transparentes.

Se reordena el uso del espacio público en las calles y plazas con una mayor ocupación. En la Plaza d'en Coll, por ejemplo, la ocupación actual del 42,28% se reduce a un 33,65%, lo que supone una merma de espacio para las terrazas del 20,10%.

En la de la Mercè, con una ocupación del 20,64%, se pasa al 13,76%, con una rebaja del 44%. Se prohíbe la publicidad que no sea del establecimiento y, en especial, la de alcohol y tabaco y se suprimen 52 microocupaciones, 27 de las cuáles están en Santa Catalina.