Bartolomé Cursach ha pedido al Ayuntamiento de Palma que declare en ruina la possessió de Son Cabrer. La finca protegida situada en la carretera de Valldemossa, justo enfrente de la prisión donde se encuentra el empresario del ocio, pertenece a Cursach desde que la adquirió en noviembre de 2003, 12 días antes de que el presidente del Govern aquella época, Jaume Matas, desvelase la construcción de un nuevo hospital en la finca de Son Espases, ubicada al lado de Son Cabrer. La intención del magnate de la noche era edificar un geriátrico en ese terreno, para lo que necesitaba ser declarado de interés general, debido a que era suelo rústico.

Finalmente, la operación se frustró y la possessió desde entonces, con el agravante de que el cap de fibló que asoló la ciudad el 4 de octubre de 2007 se llevó buena parte del tejado de las casas. La asociación proteccionista ARCA denunció en diversas ocasiones el estado de abandono en el que se hallaban las construcciones y solicitó tanto al Ayuntamiento como al Consell que actuasen.

A lo largo de esta legislatura, la portavoz de ARCA y miembro de la gerencia de Urbanismo de Cort, Àngels Fermoselle, ha puesto de nuevo el tema sobre la mesa de los responsables políticos.

Al final, el consejo de la gerencia aprobó el 13 de junio del año pasado una "orden de ejecución de medidas cautelares para garantizar las condiciones de seguridad y salubridad del edificio" y solicitó a Cursach "la retirada de todos los elementos inestables del edificio, el apuntalamiento y cualquier otra medida que la dirección técnica considere conveniente para garantizar la estabilidad de la estructura y la instalación de una cubierta provisional".

La propiedad de la finca, que mide unas 20 quarterades (más de 142.000 metros cuadrados), presentó un recurso el 13 de julio, que fue desestimado por Cort el pasado 10 de octubre. Tras ello, fue solicitada la declaración de ruina de las casas de possessió, que está pendiente de ser resuelta por parte del departamento de Protección de la Edificación, tal como informaron desde la concejalía de Urbanismo y Modelo de Ciudad de Cort.

Mientras tanto, durante el mes de enero, se ha labrado la tierra, se han instalado focos contra el vandalismo y se han retirado todo tipo de residuos, maderas, hierros y elementos que pudieran ser un riesgo para la seguridad y salubridad de la finca, según establecen las medidas cautelares. Falta aún la reparación de la cubierta, entre otras actuaciones, y ARCA pide al consistorio que también obligue a Cursach a retirar todas las vallas publicitarias colocadas en el solar, ya que se trata de una possessió catalogada por su valor histórico, artístico y arquitectónico.