El grupo municipal del PP en Cort ha exigido que Emaya retire "en el plazo máximo de un mes" el nuevo sistema de recogida de trastos implantado por la empresa municipal hace dos años.

La portavoz de los populares en Cort, Margalida Durán, ha asegurado que incumple los cuatro objetivos señalados por la presidenta de la empresa municipal para justificar la supresión del anterioir sistema de recogida domiciciaria. En primer lugar, Durán ha recordado que se aseguró que favorecería la reutilización, algo que no ha ocurrido, puesto que algunas ONGs ya han pedido que no se les envíen más objetos dejados en la calle para su posible reciclaje o reutilización, además de que Emaya ha tenido que duplicar la partida que paga a MAC insular para el depósito de voluminosos.

En opinión de los conservadores el nuevo sistema "no es más fácil ni cómodo" para los ciudadanos, ni tampoco mejora la calidad urbana, tal como se pretendia, porque "ahora nos encontramos trastos en la calle a cualquier hora del día".

Tampoco ha supuesto la "optimización de recursos" anunciada por la empresa, puesto que antes se daba el servicio con ocho camiones que salían cada mañana y ahora se realiza con 16, con recogidas de mañana y tarde, además de un retén "que funciona a golpe de redes sociales".

Si la empresa municipal hace caso omiso al requerimiento que los conservadores llevarán al pleno de la próxima semana, Margalida Durán ha anunciado que si en el próximo mandato el PP tiene la responsabilidad de gobernar en Cort, "nos comprometemos a eliminar este sistema de forma escalonada en el plazo de un mes y escuchando a los trabajadores de Emaya".

La portavoz conservadora ha afirmado asimismo que el sistema de recogida de trastos implantado en Palma "no existe en ninguna otra ciudad de España ni de Europa, puesto que en aquellas en las que es similar, los usuarios deben avisar primero de los trastos que van a dejar en la calle".

Este grupo municipal también ha criticado la contratación, por parte de la concejalía de Infraestructuras, y mediante un contrato menor que no supera los 18.000 euros, de un proyecto de mejora del aspecto urbano del Camp Redó, en el que se pide a la empresa que va a realizar este trabajo que haga propuestas para "pintar las calles", según la concejala Lourdes Bosch, y para evitar "la contaminación lumínica", cuando el problema en distintas zonas de esta barriada es de que carecen de alumbrado público. Bosch, explicó que los vecinos piden reiteradamente que se arregle el pavimento de las aceras, se eliminen las matas que crecen, se incremente la limpieza y se mejore la seguridad y el alumbrado público.