A un mes de que la tormenta Ana pusiera en evidencia el escaso celo por parte de la Administración a la hora de tomar medidas que eviten el vertido de plásticos y otros materiales que acaban en el mar, tal y como han denunciado distintas asociaciones civiles como Mallorca Blue, la 'basura' sigue ahí.

La montaña de toallitas prosigue en primera línea frente al mar que ruge y hace las delicias de paseantes y turistas de invierno. No saben que ese mar de postal está siendo amenazado por la falta de medidas, como separar las aguas pluviales de las fecales, de donde proceden sin duda las toallitas 'higiénicas' que el incivismo de muchas personas acaban arrojando en el inodoro.

"¿Por qué no se han retirado los restos de estas basuras un mes después de que quedaran depositadas por efecto del vendaval Ana?, se preguntan desde Mallorca Blue.

Cuando llueve en Palma, las aguas residuales en lugar de ir a la depuradora van al mar. El incivismo saca a flote bastoncitos, toallitas y otros restos. "Hay que atajar el problema de raíz", opinan.