Santa Lucía iluminó ayer por primera vez la imponente Seu. Los alumnos del colegio sueco emocionaron a los asistentes a una abarrotada Catedral con su tradicional concierto de Navidad, que este año cambió de escenario con motivo del 50 aniversario del centro educativo palmesano, ya que habitualmente se celebraba en Cort. La jornada de homenaje a la mártir que los escandinavos aguardan con anhelo, porque trae la luz al frío invierno, anocheció llena de niños y jóvenes rubios en el barrio catedralicio vestidos con túnicas blancas y portando velas y estrellas doradas.

Encabezados por la alumna que ayer representó a Santa Lucía, Carolina Polheimer, iniciaron el recorrido desde la Capella dels Vermellets hasta el altar con el templo a semioscuras. Cuando empezaron a llegar, sus voces se unieron al órgano, interpretado por Ingegerd Krall, y la luz se hizo en la Seu con la primera canción, que no podía ser otra que la titulada como la santa.

Hace más de tres décadas que se celebra en Palma el concierto del colegio sueco y el momento más esperado para muchos es la interpretación a cuatro voces del Hallelujah de Leonard Cohen. Siempre lo habían hecho solistas suecas que venían expresamente desde su país para este evento, aunque ayer por primera vez las protagonistas fueron las cuatro estudiantes del centro Thelma, Nova, Linnea J. y Linnea S., que tienen entre 11 y 15 años. No solo cantaron este conocido tema, sino también el popular Happy Chrismas acompañadas por sus compañeros del coro.

Otra novedad fue la incorporación de la canción Santa Claus is coming to town y la recuperación en el repertorio de dos villancicos escandinavos, que se sumaron a otros clásicos suecos, así como a los de aquí Campana sobre campana, Fum, fum, fum, Los peces en el río y Noche de Paz. Con este tema se produjo la anécdota del concierto, ya que una niña salió del coro y se dirigió a la primera fila del público para que le atasen el lazo rojo. Otro niño se marchó mientras cantaban el Hallelujah, regresó al poco rato y se colocó de nuevo en su puesto de la coral como si no le hubiesen visto.

Este año no hubo mercadillo en el exterior, como es habitual, pero sí una bienvenida en catalán en boca de la alumna que representó a Santa Lucía, coronada con velas, y un obsequio y agradecimiento en castellano a cargo del alcalde de Palma, Antoni Noguera, que felicitó al colegio sueco "por sus 50 años en Palma", sin los cuales "la ciudad sería menos diversa".