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Palma a Palma

Hojas secas

Hojas secas

La foto de estos días son las hojas secas. Una imagen tan estacional que cada año te sorprende. Te abruma y te entristece. Ya que se trata de un espectáculo sumamente melancólico. Capaz de convertir en filósofo al más romo de los mortales. Las avenidas se llenan de una alfombra ocre. De colores tan múltiples e indefinibles como las decoraciones de los cuadros de Gustav Klimt. Las unas amarillentas. Las otras todavía verdes. Algunas rojizas. Otras marrones. Diferentes colores que pese a su diversidad combinan magníficamente. Convirtiendo la acera en una auténtica obra de arte.

Las hojas secas que se levantan con el viento. Forman una especie de fantasmas invisibles, a base de fragmentos pixelados. Como seres que se hubiesen convertido en un vacío, sólo marcado por las motas de unas cuantas hojas que definen lo que era su cuerpo.

Hojas secas que se cuelan bajo las puertas. Como si fuesen telegramas tristones del invierno. Que se amontonan en algunas esquinas, esperando a un cartero que no llegará. Igual que si ellas mismas ya aceptasen que el destino inevitable que les espera es del de ser barridas. Lo más deprimente de las hojas secas es que constituyen un gran espectáculo que no interesa a nadie. Ni uno solo de los paseantes se detiene a admirarlas. Todo el mundo las orilla. Mientras los propietarios de locales salen con la escoba y el recogedor para intentar reducirlas. En vano.

Porque la caída de las hojas es una especie de nevada de materia muerta. Lenta, imparable. Parece que los árboles lo supiesen y fuesen racionando la caída de sus hojas muertas. A fin de no quedarse sin ellas en solo un día. Y su espectáculo dura días, semanas. Una auténtica sinfonía vegetal. Llena de tristeza y trascendencia.

Porque nos recuerda la grave reflexión del poeta Homero. "Cual la generación de las hojas, así es la de los hombres. Esparce el viento las hojas por el suelo, y el bosque, reverdeciendo, producirá otras con la llegada de la primavera. De igual modo, una generación humana perece, y otra nace".

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