Un nuevo colector que recogerá las aguas pluviales y residuales de buena parte de la ciudad y que discurrirá entre las avenidas y la depuradora del Coll d'en Rabassa, así como la balsa de laminación que se construirá junto a esta estación permitirán cuando dentro de tres años estén en funcionamiento reducir en "un 20% y un 35%", según los técnicos de Emaya, los contaminantes que se vierten anualmente al mar.

El consell de Govern del próximo viernes aprobará la inversión prevista de 26 millones procedente del canon de saneamiento, en un acuerdo calificado esta mañana como de "histórico" por el alcalde de Palma, Antoni Noguera, el conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, y la presidenta de Emaya, Neus Truyol.

Estas dos nuevas infraestructuras permitirán descargar la actual estación de impulsión de la Costa del Gas, que actualmente recibe el 80% del agua residual y pluvial que se depura en la estación del Coll den Rabassa.

Según la presidenta de Emaya, Neus Truyol, si solo se tiene en cuenta el agua recogida en esta vertiente, se prevé que la acción combinada del nuevo colector y la balsa de la minación eviten el vertido de 500 toneladas de contaminantes anuales al mar, lo que representa una disminución del 70% en este sector.