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Sa Torreta

Luces de navidad sin imaginación

La iluminación navideña alumbra menos que una vela. diario de mallorca

La iluminación navideña de Palma mantiene una constante desde que comenzó a instalarse a principios de los años 60: es incapaz de ofrecer una pizca de originalidad. En eso se mantiene firme e inalterable.

En cambio, se ha producido una evolución radical: los adornos dan poca luz. Cosa del ahorro energético, dirán desde Cort. Falta de codos se podría replicar.

Si un día se muriesen los plátanos que crecen en las calles de la ciudad, el Ayuntamiento no sabría qué hacer con los kilómetros de guirnaldas que año tras año enrolla y desenrolla de los árboles palmesanos. Aparte de las tiras de luces, la oferta lumínica se limita casi exclusivamente a bolas y estrellas o al soso catálogo de algunas empresas que fabrican en China.

Nada que ver con las propuestas de otras ciudades. Allí se invita a participar a artistas que crean juegos de luces. Si no se opta por firmas reconocidas, se cuenta con un departamento en el que hay ideas, imaginación y ganas de trabajar. Ver en la tele las luces que adornan, por ejemplo, Toledo y compararlas con las palmesanas abochorna a los mallorquines.

En lo que ha evolucionado sustancialmente la iluminación navideña es en que la luz ya no inunda las calles. Hace una década, en cuanto de encendían las miles de bombillas, la ciudad recuperaba este día que en el mes de diciembre se esfuma poco después de las cinco y media de la tarde y no regresa hasta pasadas las siete de la mañana. Era una forma simbólica de recuperar el origen romano de las fiestas invernales, cuando las luminarias aportaban claridad a las noches más largas del año.

El gran argumento es el ahorro energético. Gran proclama ante la que todos los ciudadanos deberían doblegar la cerviz, si no fuera porque la mayoría de ellos llevan años reduciendo el número de watios encendidos en su casa sin quedarse a oscuras. Bombillas de bajo consumo, leds y otras invenciones ahorran en consumo sin perder lumens.

Por tanto, si Palma no ilumina más y mejor la Navidad es porque no tiene lo que hay que tener: imaginación y bombillas eficientes.

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