El Ayuntamiento de Palma, a través de la Empresa Municipal d'Aigües i Clavegueram (Emaya), invertirá a partir del próximo año 25,9 millones en la ejecución de un nuevo colector de aguas residuales y de un tanque de laminación junto a la depuradora del Coll den Rabassa. Ambas infraestructuras, según la empresa municipal, reducirán hasta en un 80%, los vertidos de aguas residuales mezcladas con las pluviales al mar cuando se producen precipitaciones.

Estas dos obras se financiarán con fondos procedentes del canon de saneamiento, tal como se acordó en un convenio suscrito en febrero del presente año con la conselleria de Medio Ambiente. En realidad, el convenio incluye un gasto de 35 millones a cuenta de los 80 que el Ejecutivo autonómico adeuda a Emaya del canon de saneamiento de ejercicios anteriores.

Ademas de los 18,2 millones que se destinarán al nuevo colector y los 7,1 que se invertirán para la construcción del tanque de laminación, la conselleria de Medio Ambiente se comprometió a financiar también proyectos aprobados en 2016 ya ejecutados o en fase de ejecución por un importe de 2,2 millones, además de aportar otros 7 millones para la ejecución del proyecto de la nueva estación de impulsión de la Ribera, de Can Pastilla, y la renovación de la conducción a la depuradora.

Según explicó la presidenta de Emaya, Neus Truyol, en estos momentos se están tramitando los proyectos y elaborando los correspondientes informes del nuevo colector y del tanque de laminación, de acuerdo con la conselleria de Medio Ambiente, con el fin de que en las próximas semanas puedan ser aprobados en el Consell de govern por el Ejecutivo autonómico. Esta aprobación supondrá también la autorización del gasto. A partir de este momento Emaya redactará los proyectos de ejecución y las bases para licitar las obras. Truyol espera que este proceso esté ultimado antes de que finalice el presente año, con el fin de que las obras se puedan licitar e iniciar a lo largo del primer semestre de 2018.

El nuevo colector de agua pluvial, permitirá que el 80% del líquido residual que ahora debe bombear la estación de impulsión situada en la Costa del Gas, llegue a la depuradora del Coll den Rabassa por gravedad.

Acumulación de líquido

Asimismo, el tanque de laminación que se construirá junto a esta planta tendrá una capacidad de 25.000 metros cúbicos de agua de lluvia. Permitirá acumular el líquido recogido en los primeros 30 minutosprimeros 30 minuto cuando se produzcan precipitaciones fuertes, que coinciden además con los momentos en que se recogen más residuos sólidos, que obstruyen los circuitos en algunos casos.

De esta forma, con la acción combinada entre el nuevo colector, que evita que buena parte del líquido residual tenga que ser impulsado desde la estación de la Costa del Gas y el agua pluvial que se podrá acumular en el tanque de laminación antes de entrar en la depuradora, se prevé poder reducir considerablemente los vertidos puntuales al mar, que ahora se producen de forma casi automática cuando se producen fuertes precipitaciones.