Las aguas del puerto de Palma han tenido flotando durante este último año 185 metros cúbicos de residuos, sobre todo plásticos y maderas, que han sido recogidos paulatinamente por un operario de la Autoridad Portuaria. La cifra corresponde al periodo entre julio de 2016 y el mismo mes de 2017, y es un 38% menos de lo retirado el mismo periodo de los dos años anteriores. En 2016, el mes con un mayor volumen de desperdicios en el mar fue agosto (33,2 metros cúbicos) mientras que este año ha sido junio (31,3 metros cúbicos), a falta de conocer los datos sobre agosto, tal como informó ayer la Autoridad Portuaria en una nota de prensa.

La cantidad de plásticos que han sido retirados el último año asciende a 108 metros cúbicos, mientras que se han extraído 47 metros cúbicos de maderas. Otros residuos encontrados y recogidos con la embarcación de limpieza, que lleva un dispositivo de redes incorporado, fueron orgánicos, papel y cartón, vidrio, materiales peligrosos, voluminosos, etc., que son separados para llevar a cabo después su tratamiento, según añadieron desde la APB.

La barca especializada realiza unas 130 salidas al año (todos los días laborables), durante entre ocho y diez horas cada jornada, y retira lo que flota con unas redes situadas en la proa. En caso de emergencia, se realizan "servicios extra de vigilancia y asistencia", señalaron las mismas fuentes.

Suciedad de la ciudad

Según estudios de esta entidad, "la gran mayoría de los agentes contaminantes [de las aguas del puerto] provienen de la suciedad de las calles de las ciudades, arrastrada por las lluvias hacia torrentes, generando el barro conocido como anóxico, que se hunde y acaba depositándose en el fondo de los puertos".