La comunidad de propietarios de la urbanización de Son Puig exigió ayer la suspensión cautelar de la instalación de las 14 torres eléctricas de alta tensión mientras "se analiza el expediente y para evitar más daños irreparables en la zona", como explicó el portavoz de los afectados, David Segura. Los abogados que llevan este caso de la comunidad han presentado alegaciones basándose en dos puntos: "la incorrecta tramitación de la aprobación necesaria por parte de la conselleria de Medio Ambiente" del Govern balear y "la ausencia del permiso obligatorio por parte de Recursos Hídricos", recordó el presidente.

Destacó que en la zona viven 200 familias con 50 niños menores de cinco años y afirmó que, tras la reunión que mantuvo el miércoles con la conselleria de Medio Ambiente y posteriores contactos con ellos, considera que "la concesión de la licencia es confusa", debido a que al principio los técnicos expresaron sus dudas en relación al expediente y luego hubo "cambios de opinión", según manifestó ayer Segura.

La comunidad de propietarios quiere una paralización cautelar antes de que sea tarde, ya que en los últimos días las hormigoneras están trabajando a destajo hasta bien entrada la noche, tal como pueden comprobar.