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Palma a Palma

El súper a las ocho

El súper a las ocho

Los supermercados son un mundo aparte. Creo que la teórica de la percepción no les ha otorgado la importancia que merecen.

En primer lugar, son unos territorios interesantemente extraterritoriales. Las cadenas tienen sus propios patrones. De forma que te sientes igual si estás en Palma, en Girona, en Toledo o en Calatayud. Allí tienes las mismas estanterías, los mismos productos. La misma luz un poco fosforescente€ Es como viajar con una pequeña nacionalidad a cuestas. La del yogur, el jamón envasado o los packs de cerveza.

Pero también, los supermercados de barrio representan una especie de muestra social en vivo. No es el mismo público el que se concentra en ellos a primera hora de la mañana, por la tarde, y sobre todo a partir de las ocho de la noche.

Particularmente, me emociona sobremanera el súper a las ocho. Es el momento en que la gente sale del trabajo, y se ocupa de hacer acopio de los víveres.

Por la mañana son más de amas de casa, trabajadores que van en busca de un breve almuerzo, jubilados. Pero a última hora, es la población trabajadora. La que va mal de tiempo (y de dinero). Los que han de improvisarse una cena apenas una hora antes.

Las cajas se llenan entonces de una gente algo cansada. Con gesto ya de poca fuerza, que llevan consigo compras de circunstancias. No esos grandes carritos de la mañana que van luego a bares y restaurantes.

A las ocho de la tarde, el supermercado tiene algo triste. Quizás por esas personas solitarias que sólo pueden permitirse la compra en las horas límites. Y que imaginas poco después vaciando la bolsa de unas cuantas viandas. Y cenando frugalmente ante la tele. Sin nadie que les acompañe.

El súper a las ocho es la radiografía más real de la sociedad. Seguida de esa otra fotografía más triste todavía que se produce al cierre. Cuando la gente sin recursos acude a los contenedores para rebuscar entre lo que ha desechado.

Cuántas cosas comprenderíamos de nuestra verdadera situación social si nos fijásemos un poco más en los supermercados de barrio.

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