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Sa Torreta / Palma escrita 4

Riñas de gallos en la calle dels Horts

La Rambla, cerca de la calle Horts, durante el Ram. Die Balearen

Los espectáculos basados en la crueldad hacia los animales gozaron durante siglos del beneplácito de los mallorquines. El Arxiduc se refiere a las riñas de gallos, pero también existe amplia documentación sobre peleas de perros. En torno a estos espectáculos se pactaban importantes apuestas y los animales eran entrenados para matar o causar graves heridas a sus adversarios.

Las peleas de gallos aún se celebraban en los años 60 del siglo pasado en algunos pueblos de la isla. La conciencia con respecto a la crueldad hacia los animales acabó con estas prácticas, al menos oficialmente. Periódicamente surge alguna investigación policial que desvela que sobreviven en la clandestinidad. No hace demasiados años, la Guardia Civil descubrió unas instalaciones con gradas y asientos como los de los estadios de fútbol, iluminación y jaulas para los gallos.

Sin embargo, Lluís Salvador, en un hipotético retorno a la isla, solo se encontraría hoy con un espectáculo sangriento que aún está cobijado por la legalidad: las corridas de toros. Una actividad que atraía la atención de la mayoría de viajeros de finales del siglo XIX y primeras décadas del XX. Unas veces para sentir horror y otras fascinación.

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