La colocación de los nuevos contenedores de recogida de basuras en isletas homogéneas que permiten depositar en un mismo punto todas las fracciones de desperdicios ha posibilitado el incremento del reciclaje en lo que llevamos de año hasta alcanzar el 20%. Ses trata de un porcentaje aún insuficiente si tenemos en cuenta que, dentro de tres años, en 2020, se debe reciclar la mitad de las basuras recogidas en la ciudad si se quiere cumplir el objetivo fijado por la unión Europea.

Desde Emaya se espera que, cuando finalice el presente año o a principios del próximo, coincidiendo con la finalización de la distribución de los nuevos contenedores de basura en todas las barriadas de la ciudad, el porcentaje ronde el 30% y que se puedan reciclar casi un tercio de todos los desperdicios recogidos de las calles de la ciudad por la empresa.

Los porcentajes de reciclaje en Palma eran de los más bajos de Mallorca. Durante años se situó en torno al 14% sin incrementos considerables. No obstante, coincidiendo con la implantación del nuevo sistema de recogida móvil en el centro de la ciudad, comenzó a remontar. En 2015 el porcentaje era del 15,26% en 2016 subió hasta el 16,8% y, en julio de este año, superó el 22%, aunque la media anual se sitúa en el 19,7%.

La colocación de los nuevos contenedores en isletas facilita la separación de los residuos, puesto que en cada punto de recogida hay un receptáculo de cada fracción. Lo anterior permite que los vecinos no tengan que ir a distintos puntos de la barriada para depositar el cristal, el papel o el resto de fracciones. Este sistema tiene, no obstante, el inconveniente de que en algunos casos se han alejado los puntos de recogida en relación a como estaban situados antes, provocando quejas vecinales, puesto que en algunas ocasiones se deben recorrer 200 y 300 metros para depositar los desperdicios.

La empresa prevé instalar a lo largo del presente año 5.564 nuevos contenedores de los 7.944 que se han adquirido por un importe de 6,4 millones.