Los residentes de Son Rapinya, la Vileta y Son Puig no ganan para sustos, ya que tras el proyecto de pasar el gasoducto por un parque de la zona y el cierre este año de varios caminos públicos, ahora sufren una tala masiva de pinos en el bosque que comienza junto al cementerio. La movilización de los afectados logró paralizar las dos primeras iniciativas, por lo que la asociación de vecinos de Son Rapinya exige lo mismo en cuanto a la tala de casi 80 árboles, tal como ha contabilizado uno de los denunciantes.

La entidad vecinal ha enviado un escrito a Cort y el Consell en el que se advierte del "riesgo, más que probable, de destrucción de estructuras históricas de pedra en sec y otros elementos patrimoniales que deben ser protegidos". Hace referencia al camino real de Puigpunyent, que data del siglo XIII, está catalogado y su unión con la ciudad comienza junto al cementerio de la Vileta. Con el fin de prevenir o evaluar posibles destrozos, desde la concejalía de Urbanismo informaron ayer de la "paralización de las obras por una cuestión patrimonial y el traslado del caso al Consell, que es quien tiene las competencias en esta materia". No obstante, añadieron que la empresa promotora cuenta con la autorización de la dirección general de Energía del Govern.

Torres de alta tensión

Las obras de tala, allanamiento y ensanchamiento del camino que parte del camposanto se llevan a cabo para instalar la nueva línea de alta tensión de Son Puig, que conecta Son Reus y Valldargent, indicaron fuentes de la compañía Red Eléctrica. Especificaron que "la normativa exige que toda línea tenga una franja de seguridad por donde transcurre -de ahí la tala de los pinos- y esta ha superado las fases de información y exposición pública y ha sido aprobada por las administraciones competentes". Concluyeron que "servirá para el abastecimiento de la ciudad, que recibe el 60% del suministro de electricidad de la isla".

La presidenta de la asociación vecinal, Marisa Bonache, expresó la preocupación de los barrios afectados por la instalación de enormes torres de alta tensión, "que tendrán que transportar a través del bosque en camiones de gran tonelaje"; y se preguntó si los promotores han buscado "alguna alternativa menos impactante". Recordó lo sucedido hace tres años con el gasoducto previsto a través del parque del torrente de Son Puig, que se proyectó por esa zona verde pese a que había otras opciones menos impactantes. La movilización vecinal logró que se desviase la canalización.

Ahora la asociación exige al Consell de Mallorca que revise los permisos "con el fin de impedir la destrucción del patrimonio en aras de un supuesto interés general". Precisamente, la institución insular inició este año los trámites para incluir el camino protegido de Puigpunyent dentro de la Ruta de la Pedra en Sec que recorre la Serra de Tramuntana.