Antes de la modificación del plan de erradicación del poblado gitano de Son Banya con el realojo de sus habitantes sin casa y sin recursos que data de 2008, el Ayuntamiento de Palma, a través del antiguo Patronato Alberg Son Riera, había aplicado otros tres programas, todos ellos también fallidos.

El primero fue aprobado siendo concejala de servicios sociales Carmen Sagrario poco antes de las elecciones municipales de 1999. Esta iniciativa consiguió derribar las primeras chabolas, aunque eran reconstruidas prácticamente inmediatamente después. No obstante, el último gobierno municipal del popular Joan Fageda, obtuvo por primera vez una imagen inédita: la entrada en el poblado de maquinaria pesada para el inicio de los primeros derribos.

Con el primer Pacto de Progreso, siendo menorquín de Obras Públicas el conseller Antoni Ferrer, el Ayuntamiento consiguió por primera vez financiación autonómica para los realojos. Se firmó un convenio con la conselleria, que se aplicó hasta 2003 y fue prorrogado hasta 2005, fecha en la que la exconcejala de Servicios Sociales Margalida Ferrando decidió darlo por finiquitado.

En los anteriores programas las familias que querían abandonar el poblado y cumplían los requisitos recibían una subvención de hasta 12.000 euros, cantidad con la que debían conseguir por su cuenta una vivienda. Este hecho limitó considerablemente las familias que podían acogerse al plan. El programa aprobado en 2008 siendo teniente de alcalde Eberhard Grosske, que ahora ha sido modificado, incluía la posibilidad del alquiler subvencionado con opción de compra. Se consiguió el derribo de la man