Si quitas los coches y pones juegos y actuaciones, consigues que la calle se llene de diversión, la de la gente que acudió ayer a Unió para disfrutar de la Diada de la Movilidad. Empezó tímida por el chirimiri que cayó poco antes del mediodía, aunque no se suspendió ninguna actividad y los niños se entretuvieron bajo la lluvia con las creaciones de Emiliano Matesanz y el tiovivo hecho con material reciclado que él mismo mueve a pedales. Al Circ Bover sí le afectó el agua, ya que la estructura de bambú donde hacen acrobacias no se debe mojar, por lo que la taparon temporalmente con una lona del Teatro Principal.

Antes y después de la lluvia, los funambulistas sorprendieron a los asistentes y los viandantes que paseaban por allí. Actuaron frente al recinto teatral, como la charanga el Xaubec, que atrajo a numeroso público gracias a su animada interpretación. Hubo más música con la Coral Juvenil del Principal y, por la tarde, una exhibición de baile en línea y una clase de Lindy Swing.

Un ejemplo a seguir

El alcalde, Antoni Noguera, y el concejal de Movilidad de Cort, Joan Ferrer, visitaron las diversas actividades que había en la calle, como el circuito de seguridad vial de la Policía Local, que los niños tenían que recorrer en bici respetando la señalización; y las pistas deportivas de Barridiades, que ayer se trasladaron al centro histórico.

Noguera destacó que la Diada de la Movilidad "es un ejemplo" de la sustitución de los coches por la ciudadanía. De eso trata la movilidad sostenible, que para el alcalde "es el parámetro principal de la ciudad moderna". Según sus palabras, el Ayuntamiento está trabajando para "encaminar Palma" hacia ese objetivo, dando pasos "con valentía".