El colectivo de amantes del mar Mallorca Blue denuncia que el puerto de Palma sigue vertiendo escorias procedentes de las obras del muelle de Ponent y exige que una entidad independiente haga "analíticas de metales pesados, dioxinas y furanos" en los 15.000 metros cúbicos de la zona donde se está ampliando la explanada para los cruceros. También pide "análisis en las aguas de baño de la Bahía que incluyan virus, más tipos de bacterias [de las que son evaluadas actualmente], metales y compuestos químicos", así como dar a conocer los resultados de los análisis que se hacen de las aguas residuales vertidas a través de los emisarios submarinos.

Las playas de Can Pere Antoni, Ciutat Jardí y un tramo de s'Arenal tuvieron que izar la bandera roja el domingo debido a más vertidos de fecales, como ocurrió otras tres veces este verano en la primera playa. Además, algunos bañistas vieron plásticos semiquemados, un hecho que para Mallorca Blue "es la prueba de que las escorias también están presentes, ya que para las obras tiraron residuos procedentes de la incineradora sin confinarlos", según dijo este colectivo en referencia al material usado en la futura explanada, el conocido como ecoárido.

Los integrantes de la entidad sin ánimo de lucro se ofrecen para realizar ellos una inmersión en la zona de obras con el fin de recoger muestras y que después puedan ser analizadas por un organismo independiente. Critican que la conselleria de Medio Ambiente del Govern lleva desde junio para emitir un informe que debería determinar si los vertidos son o no contaminantes.

Tanto Mallorca Blue como el GOB consideran que sí, por lo que el grupo ecologista llevó el caso a la Fiscalía y está a la espera de que sea investigado. Por su parte, la concesionaria Tirme, de donde provienen los ecoáridos, incidió ayer en que los plásticos hallados no son de sus instalaciones y dijo de nuevo que cumplen todos los requisitos ambientales. En cuanto a la Autoridad Portuaria, siempre ha defendido que las medidas de seguridad que aplica en las obras son extremas. Sin embargo, los denunciantes destacaron ayer que "las barreras de contención solo tienen tres metros de calado, por lo que los residuos salen por debajo cuando hay algún tipo de manipulación o movimiento de los barcos, o cuando las hélices arrancan y hacen un remolino".