Las playas de Can Pere Antoni, Ciutat Jardí y la primera de Platja de Palma vuelven a ser aptas para el baño, después de que el lunes un vertido de aguas fecales obligara a izar en ellas la bandera roja.

A primera hora de la mañana, técnicos de Emaya han realizado analíticas del agua en las zonas afectadas para comprobar si había sustancias contaminantes en ella. Los resultados han sido negativos, lo que ha permitido izar de nuevo la bandera verde en las tres playas.

Los vertidos de aguas fecales y suciedad es una constante cada vez que llueve de manera abundante en Palma, ya que las canalizaciones de Emaya no son suficientes para absorver las aguas pluviales y las residuales.