Ayer fue el día en que la geganta Margalidageganta estrenó su nueva falda y en Tomeu lució faja de color verdoso. Ambos recibieron a los gigantes de casi toda Mallorca en la XXI Trobada de Gegants. Vista la numerosa participación de jóvenes y niños, la fiesta, en la que tomaron parte hasta 25 agrupaciones de gigantes, xeremiers y ball de bot, tiene mucha vida por delante.

La plaza de Cort acogió ayer por la mañana la plantada de más de treinta gegants y otros tantos capgrossos que habían llegado desde diferentes pueblos. Residentes y turistas contemplaban las figuras, que esperaban el momento de iniciar el desfile hacia la plaza de España.

Un poco antes, Antoni López, miembro e impulsor de los Gegants, capgrossos i dimonis de la Sala, subió al escenario, instalado ante el edificio de Cort, y recibió una gran teja conmemorativa por su implicación en esta fiesta.

Tras los aplausos, Biel, otro de los miembros de la colla gegantera de Palma, lanzó el espectacular grito que marca la reunión de los gigantes, arrancando los aplausos de todos los asistentes. El baile de los gegants de la Sala, acompañados por los xeremiers, dio paso al desfile hacia la calle Colom, plaza Major, Sant Miquel y plaza España.

Muchos eran los niños que acompañaban a sus padres y abuelos como parte de las agrupaciones, procedentes de Alcúdia, Campos, Inca, sa Pobla... Tan solo faltaron los gegants de Calvià y de Lloret, en fiestas también.

En representación del Ayuntamiento, participaron el alcalde de Palma, Antoni Noguera, y la regidora de Participación Ciudadana, Eva Frade.