El dispositivo de agentes para controlar el inicio de curso es similar al del año pasado. En este punto, Pastor mencionó que "los recursos son limitados".

Los trescientos policías se distribuirán en el turno de mañana y en el de tarde y los horarios se irán adaptando a los cambios escolares, ya que muchos colegios comienzan con una jornada continua en septiembre y en octubre pasan a horario partido.

Las unidades de policía de barrio cubren un total de 121 centros y el resto de unidades otros 31, indicaron ayer en la presentación del dispositivo de inicio de curso. Los 152 colegios e institutos están clasificados en categorías según las necesidades de vigilancia y la peligrosidad viaria de cada zona. La simple instalación de un semáforo en la misma calle puede significar que ese centro deje de estar considerado como conflictivo, explicaron fuentes policiales.

Así, 50 colegios, a los que se han sumado este año el de Son Oliva y el Santa Magdalena Sofía, conforman la categoría A, los que a priori tienen una situación viaria más complicada, por lo que contarán siempre con policía para controlar las entradas y salidas.

Otros 40 centros, clasificados como B, dispondrán de vigilancia siempre que no haya otros casos más urgentes. Por último, explicó el comisario Josep Palouzie, los 62 centros C tendrán vigilancia policial de forma esporádica.

Ante el inicio del curso escolar, tanto Pastor como Palouzie pidieron paciencia a los padres que lleven a sus hijos en coche, sobre todo los primeros días, que es cuando más tráfico hay.

El jefe de la Policía Local recordó que, además de la regulación del tráfico en horario escolar, los agentes realizarán también las campañas de control de velocidad, de alcoholemia, de drogas, de inspección de mercancías y de transporte escolar.