El Ayuntamiento de Palma ha reforzado la seguridad en la primera línea de la Playa de Palma con la instalación de barreras de hormigón. Estos obstáculos impiden la limpieza mecánica que llevaban a cabo los camiones de Emaya, según denuncian los hoteleros de la zona. Su presidente, Francisco Marín, considera que esta medida llega tarde, cuando la ocupación turística ya desciende y que es "excesiva".

Desde el área de Seguridad Ciudadana, se informó ayer que se han colocado grandes barreras de hormigón, del modelo New Jersey, entre los balnearios 1 y 7 de la Playa de Palma, para aumentar la prevención y seguridad tras los atentados en Cataluña. Este refuerzo se decidió en la última comisión técnica del nivel de alerta 4, de la que forman parte los cuerpos policiales Local y Nacional.

En opinión de Francisco Marín, presidente de los hoteleros de Platja de Palma, la colocación de los grandes bloques de hormigón "inamovibles", aparte del impacto visual que suponen en una zona turística, impide la realización normal de servicios como el de limpieza por parte de Emaya, ya que sus camiones no pueden pasar por la primera línea. Fuentes de la empresa municipal indicaron que se está estudiando una solución y que el cambio no es definitivo.

Final de temporada

Francisco Marín criticó también el momento de la colocación de estos obstáculos, a finales de temporada, cuando ya desciende la ocupación, teniendo en cuenta que el refuerzo de la seguridad en el centro de Palma se produjo al día siguiente de los ataques terroristas.

Inmediatamente después de los atentados, y aunque no varió el nivel de alerta, Palma instaló barreras de hormigón y jardineras en algunos de los puntos más concurridos de la ciudad para reforzar la seguridad.

De hecho, el pasado 18 de agosto, los operarios colocaron vallas New Jersey en la confluencia entre Oms y Plaça de Porta Pintada, junto a Plaza de España.

También en la calle Sant Miquel, una de las más transitadas, se recolocaron las jardineras para impedir que los vehículos pudieran pasar.

En el paseo del Born se colocaron grandes maceteros y agentes de la Policía Local reforzaron la vigilancia, al igual que en los accesos a la plaza Major.

En los alrededores de la catedral también se han colocado unas grandes jardineras a modo de obstáculos para coches y furgonetas.