Solo dos carretons carretonsparticiparon ayer en la romería de Sant Bernat, que como cada año, contó con numeros fieles, del Secar de la Real, pero también venidos de otras localidades. El ambiente festivo predominaba desde el inicio del camino que lleva al monasterio, con casetas de productos artesanales, plantas y comida.

La coincidencia con la 31 Anada en carro de Petra a Son Serra fue la razón por la que ayer faltaron carretons habituales a la romería de Sant Bernat, explicaba uno de los asistentes. "El año que viene volverán", aseguraba.

Sin embargo, hubo dos carretons fieles a esta romería en el Secar. En primer lugar, aguardaban el momento de ser bendecidos los niños Jordi Oliver, Adrià y Sofía Espejo, montados en la carreta que tiraba la burra Paquita.

Procesión al interior del monasterio. guillem bosch

Detrás, esperaba el segundo carretó, guiado por l'amo Xisco Miralles. En él iban los hermanos Neus y Joan Toni, acompañados de su madre Joana Palou, quien también lamentaba la escasa afluencia a la romería, que presume de ser la más antigua de Mallorca.

El rector de Sant Bernat de la Real, Gabriel Seguí, cumplió con la tradición y bendijo a los carretons, a sus ocupantes y a todos los que estaban allí presentes. Inmediatamente después, precedidos de los xeremiers, se dirigieron a la plaza del monasterio. Y, como cada año, cargados de albahaca.

A la entrada del claustro del monasterio, un pequeño mercadillo benéfico de comida, bebida y libros, con el propósito de recaudar fondos para Cáritas y la Fundación Concordia.

La calle de acceso al monasterio, llena de paradas. guillem bosch

Tras la sonada de los xeremiers comenzó el oficio religioso. Vecinos de toda la vida, pero también recién llegados y niños llenaron la iglesia.