El Ayuntamiento de Palma tiene que realojar a 15 familias de Son Banya después de recibir una orden judicial de desalojo sobre 45 viviendas del poblado para el próximo 5 de octubre. Cort quiere disponer de más tiempo y ha solicitado un aplazamiento hasta el primer trimestre de 2018, para encontrarles un lugar donde vivir y pactar con ellos un plan de integración social, según informó ayer Mercè Borràs, regidora de Bienestar.

A pesar de que son 45 las viviendas que deben desalojarse y unas 60 personas las desahuciadas, son 15 las familias que no tienen una alternativa para vivir y a las que hay que realojar, comentó Borràs. "Con estas familias se mantendrán reuniones para concretar individualmente el plan de alojamiento y de reinserción social", añadió.

Pero esas reuniones con las personas que serán desalojadas no se producirán hasta septiembre.

Más tiempo

El pasado mes de junio, detalló ayer Borràs, Cort envió un escrito a los juzgados solicitando más tiempo para reubicar a estas 15 familias y todavía está a la espera de la respuesta judicial. "Así lo podríamos abordar con más tiempo, ya que intervienen más administraciones", explicó Borràs sobre esta petición. Si el aplazamiento no se concede, la regidora aseguró que están "preparados" para asumir el desalojo.

Sin embargo, el Ayuntamiento aun no se ha puesto en contacto con las familias afectadas ni tiene las viviendas.

El realojo de estas 60 personas podría hacerse por toda Palma, excepto en cinco barrios, por ser ya "vulnerables", según especificó la regidora. Estas zonas excluidas son Son Gotleu, Nou Llevant, La Soledat, Son Roca-Son Ximelis y Verge de Lluc.

Desmantelamiento en 2020

Las previsiones del Ayuntamiento son comenzar con los desalojos en 2018 e ir demoliendo las casas y chabolas en el momento en que queden vacías, para evitar la reocupación, manifestó Mercè Borràs. De este modo, 2020 es la fecha en que prevé que el poblado esté totalmente desmantelado.

En Son Banya viven 117 familias que suponen entre 450 y 600 personas, una cifra que Cort no conoce con exactitud ya que desde hace varios años no se permite el empadronamiento en el poblado, indicó Joan Antoni Salas, director general de Bienestar. El número de niños, 193, sí se conoce por la obligatoriedad de escolarizarlos.

El área de Bienestar y Derechos Sociales estima que son necesarios tres años para reinsertar a los habitantes de Son Banya y desmantelar el poblado. La regidora remarcó que, en todo este proceso, la prioridad son las familias con niños y que los menores son su "mayor preocupación".

"La experiencia demuestra que las familias que salen del poblado tienen más posibilidades de normalizar su vida y este es nuestro plan", afirmó Borràs.