El Ayuntamiento de Palma necesita más viviendas para acoger a las mujeres y niños víctimas de violencia de género. Actualmente cuenta con 40 plazas repartidas entre un edificio y tres pisos, insuficientes para atender a las 120 personas que acogió durante el pasado año.

El regidor de Igualdad de Cort, Aligi Molina, indicó que se está reformando un edificio municipal y, al mismo tiempo, se buscan más pisos para ofrecer una vivienda digna a las mujeres y niños que necesitan un techo para huir de la violencia de género. El edil aseguró que estas víctimas también sufren las dificultades del resto de la sociedad para alquilar una casa cuando abandonan su hogar y que ha habido momentos en que el servicio de acogida se ha visto superado por la demanda, por lo que se ha tenido que recurrir a otras instituciones. "La necesidad de ampliar plazas es evidente", concluyó Molina.

Un techo y seguridad

De las 120 personas que el servicio de acogida municipal atendió el pasado año, 64 eran mujeres y 56 eran menores, 28 niños y 28 niñas. Aligi Molina explicó que este programa ofrece "un espacio de seguridad cuando se sale de una situación traumática" y para responder a la necesidad de tener un techo, teniendo en cuenta los problemas de vivienda actuales.

Por este motivo, Molina incidió en la importancia de contar con más plazas para acoger a víctimas de violencia de género, por lo que Cort negocia con el Institut Balear de la Dona aumentar los recursos al igual que si se tratara de un consell insular. Cada año, el Ayuntamiento palmesano destina 510.000 euros a este servicio, "un esfuerzo económico" que el consistorio "asume sin ayuda de ninguna otra institución", remarcó el regidor.

Molina y Lucía Segura, directora general de Igualdad, presentaron ayer la memoria del servicio de acogida municipal para víctimas de violencia de género de 2016, con el que se les ofrece una vivienda, servicio de comedor y atención especializada para que puedan recuperarse.

Respecto al año anterior, comentó Segura, en 2016 se produjo un descenso en el número de personas acogidas (141 en 2015), sin que se haya podido analizar el motivo que hace variar la cifra de un ejercicio a otro, por falta de recursos del Ayuntamiento. Pese a las oscilaciones, la progresión de los últimos años es al alza, añadió.

El servicio de acogida cubre las necesidades básicas de mujeres y niños sin un tiempo límite y de forma gratuita. Sobre este punto, Aligi Molina informó que el servicio de comedor se adjudicó a una nueva empresa el pasado mes de junio, después de que el área de Bienestar abriera un expediente a la anterior concesionaria por la baja calidad de la comida.

Situaciones diferentes

Además, el servicio de acogida municipal ofrece a sus usuarios un plan individualizado con el objetivo de que en un año y medio o dos las mujeres puedan salir adelante, aunque hay quien abandona mucho antes la vivienda municipal. De hecho, el 73% de las usuarias estuvo entre una semana y tres meses y solo un 12% permaneció alrededor de un año o poco más de doce meses.

La situación de cada una de ellas es diferente. De las 64 mujeres acogidas en 2016, casi la mitad estaba en el paro. La mayoría, más de un 82%, tenía una edad comprendida entre los 22 y 44 años. Un porcentaje similar se daba entre las que llevaban más de cuatro años residiendo en Palma.

Por lugar de nacimiento, 25 mujeres eran de Balears, seis de otras comunidades autónomas, ocho de la UE y 25 más de otros países.

La memoria arroja más datos sobre el perfil de las mujeres. El 46% vivía en el domicilio familiar y el 87% convivía con su pareja. Casi un 40% había interpuesto una denuncia y más de la mitad tenía una orden de alejamiento y otro 53% tenía una orden de protección.