Los conductores de la EMT se sienten "al límite" debido a que los autobuses municipales están muy obsoletos y, como cada vez se estropean más y este verano hay más pasajeros, los vehículos que quedan van saturados. Por este motivo, una representación de medio centenar de chóferes de la empresa pública se concentró ayer en la plaza de España para exigir a los responsables políticos que agilicen la renovación de la flota, tal como prometieron, con el fin de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y la comodidad de los usuarios. La protesta tuvo lugar por la mañana y por la tarde, y no descartan más "medidas de presión" para tratar de solventar el problema.

Las líneas más afectadas son las turísticas, que "están a punto de reventar", como dijo el presidente del comité de empresa de la EMT, Antoni Puig, quien detalló que una línea de s'Arenal puede llegar a tener "retrasos de entre 15 y 20 minutos, aunque es muy elástico". Puso como ejemplo que "la línea 15 tiene una frecuencia cada 15 minutos, pero si se avería uno de sus autobuses, se duplica a media hora". Además, la del aeropuerto se queda atascada cada mañana unos 15 minutos en la entrada a Palma a causa de las retenciones de tráfico. Otras líneas afectadas son la exprés de s'Arenal (25), la de Illetes-Pont d'Inca (3) y las que pasan por Jaume III, que también "se colapsan", lamentó.

Aumento de bajas

Para intentar cumplir los horarios ajustados, los empleados pierden el tiempo de descanso estipulado por convenio de 45 minutos a lo largo de la jornada diaria. "Nos lo están fraccionando en uno o dos minutos al final de cada cabecera de línea, pero cuando llegas a una como s'Arenal o el aeropuerto, hay tantos pasajeros esperando que no puedes parar ni un segundo y encima se producen más retrasos porque tiene que subir la gente", especificó Puig.

Estas situaciones de estrés han provocado un incremento de las bajas laborales desde el inicio de la temporada alta. El portavoz de los conductores señaló que antes lo habitual era que hubiese un 6% de los empleados de baja, cifra que ha subido al 9% en los últimos tres meses. Por lo tanto, de los 525 conductores de la plantilla para alrededor de 168 autobuses, casi medio centenar está de baja. Los que quedan tienen que soportar además "enfados de los usuarios cansados de esperar".

Para mejorar las condiciones laborales de los conductores, una de las primeras actuaciones del actual equipo de gobierno del Pacto fue la contratación de más chóferes después de años sin que hubiese incorporaciones. En esta legislatura, se han sumado a la plantilla 71 nuevos conductores. El presidente del comité aplaudió esta medida, aunque añadió que "por mucho personal que pongas, si los vehículos están obsoletos y no puedes sacar todos a la calle porque algunos están averiados, no hay nada que hacer".

Recordó que durante el último año se han incendiado tres buses y que el número de reparaciones es cada vez mayor, por lo que los mecánicos del taller de la EMT y la empresa externa subcontratada están "bajo mínimos". De todos estos problemas hablará el comité de empresa durante la reunión que han convocado mañana para decidir si adoptan más medidas de presión. "La huelga es el último recurso, porque no queremos perjudicar al pasajero, aunque no la descartamos", advirtió.