No hubo sorpresas en el pleno extraordinario del Consell de Mallorca celebrado ayer para debatir si el monumento al crucero Baleares de sa Feixina debe ser protegido como Bien Catalogado o no. Tal como se aprobó en la comisión de Patrimonio del pasado viernes, el pleno revalidó el voto particular de los miembros del PSOE, Més y Podemos y con dieciocho votos a favor y trece en contra de los grupos de la oposición del PP, Ciudadanos y El Pi, rechazó que el obelisco tenga elementos históricos e histórico-artísticos relevantes como para ser declarado como Bien Catalogado.

De esta forma, se abre la puerta para que el Ayuntamiento de Palma pueda derribarlo, tal como tiene previsto, aunque, para ello, tedrá primero que proseguir con el expediente de demolición iniciado hace dos años y que fue paralizado tras la incoación del expediente patrimonial por parte del Consell de Mallorca a instancias de los grupos de consellera del PP, Ciudadanos y Arca.

El vicepresidente y presidente de la comisión de Patrimonio, Francesc Miralles, lamentó que "se haya secuestrado el debate patrimonial" en torno al monolito y defendió el voto particular apoyado por los consellers del equipo de gobierno afirmando que "no existe ningún informe técnico que avale la protección del monumento como Bien Catalogado". Para Miralles, la intención de los partidos de la oposición es la de "bloquear" la decisión del gobierno municipal de Cort de derribar el monolito y afirmó que "no habrá reconciliación sin dignidad, sin justicia y sin reparación a las víctimas".

Por su parte, el portavoz del PP, Joan Rotger, insistió en el "grave antecedente" que se da con esta decisión ya que va en contra de dos pronunciamientos a favor de la preservación por parte de la ponencia técnica de Patrimonio, en un caso con cinco votos a vafor y en otro con cuatro. Instó al presidente de la institución, Miquel Ensenyat, a "repensar" la composición y las funciones de la ponencia técnica y apeló al principio según el cual, en materia de Patrimonio, ente la duda, "hay que proteger".

Antoni Amengual, de El Pi, defendió su voto favorable a la preservación puesto que su grupo anunció que su voto sería el mismo al de la ponencia técnica. Por su parte, Catalina Serra, de Ciudadanos, tras afirmar que el monumento "es un homenaje a todas las víctimas reunidas bajo una obra de arte" propuso mantenerlo y colocar una placa con la inscripción: "Perdón, piedad y paz"

Si bien tanto el PP como Ciudadanos anunciaron el pasado viernes que recurrirían la decisión si el monumento no es protegido por el Consell, en el pleno ayer no se hizo ninguna referencia a futuras actuaciones judiciales.

El conseller de Més, Lluís Apesteguía, tras manifestar estar "muy tranquilo" por las amenazas de Serra en el sentido de emprender acciones penales por presunta prevaricción contra los miembros del pleno que voten en contra de la ponencia técnica, advirtió que esta actuación puede afectarle a ella, recordándole que su voto en la comisión ni en el pleno no siempre ha coincidido con el de la ponencia. Antes de iniciarse el debate intervinieron representantes de la asociación de Memòria Histótica de Mallorca y de la Federació d'Associacions de Veïns de Palma en contra de la preservación.