La Autoridad Portuaria de Baleares (APB) y la Universitat de les Illes Balears (UIB) presentaron ayer la instalación de una red de sensores que medirán la contaminación del aire y del ruido en el puerto de Palma, con el objetivo de estudiar el impacto ambiental provocado por la actividad portuaria.

Esta primera red de sensores está formada por ocho dispositivos. Se pretende averiguar qué niveles de contaminación se están dando y cuáles son las fuentes que la provocan. Los sensores registran datos cada tres minutos y permitirán tomar decisiones a tiempo real.

Desde la APB aseguran que estas medidas son resultado del incremento de la sensibilidad por el medio ambiente. El proyecto en su totalidad ha supuesto una inversión de unos 40.000 euros.

Ahora tienen que calibrar los sensores y comprobar que los resultados son correctos.

Una vez finalizado el estudio, que durará 12 meses, un equipo investigador de la UIB coordinado por el doctor Bartomeu Alorda, analizará los datos obtenidos en el puerto de Palma.

La intención de la APB es de extender este proyecto a otros puertos como el Port d'Alcúdia, Eivissa, Maó y de la Savina.