Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Urbanismo

Reynés le hace la ola al colegio Madre Alberta

El próximo curso, el colegio estrenará pistas deportivas que permitirán simultanear varios deportes a la vez. "¡Tienen que durar cien años!"

La forma de ola de la cubierta de madera es lo más llamativo de este proyecto del Estudio Reynés. Miguel Borrás

El Estudio Reynés le hace la ola a Madre Alberta. El atisbo de la onda ya ha cobrado forma. Los conductores que pasan por la vía de cintura se sorprenden al ver este remate constructivo. Se trata de las pistas deportivas del colegio, obra del arquitecto José Francisco Reynés, apoyado en la dirección de obra por su colega Leire Bujosa. No es la primera vez que colabora con este colegio privado ya que años atrás, fue el encargado de la ampliación del Centro de Enseñanza Superior Alberta Giménez, el CESAG, la Escuela de Periodismo y Comunicación Audiovisual.

Tres años atrás, el colegio que está en Son Rapinya, en la antigua posesión y predio de Son Puigdorfila, viendo que las zonas dedicadas al deporte se les estaban quedando pequeñas, contempló la posibilidad de ganar terreno en el desnivel donde ya se alojaba una pista polivalente. Gracias a nivelar esos 3,5 metros han surgido tres grandes pistas de 44x22 metros que pueden ser usadas al mismo tiempo.

"El colegio registra una mayor actividad deportiva, además de un incremento de las actividades extraescolares. Reformar o crear estas pistas era una necesidad en la historia del colegio", expresó la directora del centro, la hermana Núria Calvera.

Las pistas pueden albergar varias actividades deportivas a la vez. Miguel Borrás

La idea que Reynés ha manejado en el proyecto, y que le otorga su singularidad, es "otorgar dinamismo para huir de lo estático y pesado", indica el arquitecto, y para ello ha jugado con la idea de la ola. Ese concepto móvil, incesante, ha tomado forma en la cubierta, la clave de esta pista que se multiplica por tres.

Un porche

En su declaración de intenciones, el Estudio Reynés se significa por ser "mediterráneos". Fieles a su cultura, la pista ha adoptado forma de porche al estar cubierta y abierta al mismo tiempo. "Reivindico elementos de mi cultura actualizándolos a las necesidades de cada proyecto".

Al ser un espacio abierto, solo interrumpido por las gradas, y en una de sus partes con un 'escalón' que enfatiza el dinamismo del proyecto, el juego de luces y, sobre todo, la ventilación, lo convierte en un gran porche, al estilo de los templos griegos.

Reynés se ha servido de dos materiales principalmente: la madera laminada y el hormigón. El primero usado para la cubierta, y cuyas piezas han sido cortadas con láser 3D por lo grandes que son; y el hormigón. "Juego con los materiales, con hormigones vistos de aluminio, porque su mantenimiento es bajo, ya que estamos en un colegio, y tienen que ser de batalla", explica. En la cubierta se han abierto unos lucernarios en las cumbreras, para iluminar la parte central. El proyecto incluye una pequeña cafetería.

José Francisco Reynés, Leire Bujosa y Núria Calvera. Miguel Borrás

Las pistas pueden albergar a algo más de 2.000 alumnos que seguro se darán cita en la inauguración coincidiendo con el inicio del curso. "Han de durar, como mínimo cien años", indica riendo su directora Núria Calvera.

Compartir el artículo

stats