La Policía Local amargó ayer a José Hila el último pleno que presidía como alcalde de Palma. Cuando todos esperaban que el concejal no adscrito Álvaro Gijón (más bien su ausencia) fuera el protagonista de la sesión, fueron los agentes municipales y montaron una protesta como pocas se recuerdan, hasta el punto de que fue necesario cerrar las puertas del salón y del vestíbulo para conseguir que el debate pudiera continuar. Las críticas a la gestión de estos dos primeros años de mandato, a la falta de personal y a la imposición de decisiones, según denunciaron los sindicalistas, se sucedieron dentro y fuera de la sala. Y en el punto de mira de todas las acusaciones, Angélica Pastor, concejala de Seguridad Ciudadana.

La de ayer fue una protesta de más de dos horasprotesta de más de dos horas protagonizada por unos 150 agentes y representantes sindicales que abuchearon, pitaron, dieron bocinazos y lanzaron gritos de "fuera" y "dimisión" sin descanso contra el equipo de gobierno, haciendo muy difícil el desarrollo normal del pleno. Al principio, caras de asombro y cuchicheos entre los regidores del pacto de gobierno, algunas risas incluso entre Pastor y Aurora Jhardi, que inmortalizaba la estampa de un salón repleto con su móvil. Al mediodía, los ánimos no eran ni de lejos los mismos...

El policía Oscar Rojas intervino en el pleno, a raíz de una proposición de Ciudadanos sobre el refuerzo policial del verano, y expuso diez puntos "para ilustrar un modelo de gestión nefasto", del que aseguró que no sólo era responsable Angélica Pastor.

Sin embargo, ella se convirtió en el centro de la diana. Rojas, miembro de CCOO, acusó a la regidora de "utilizar la presunta trama de corrupción para tomar medidas que serían inconcebibles" y también manifestó que "no se ha respetado la presunción de inocencia". El policía dijo que los responsables políticos "improvisan, no negocian nada e imponen" decisiones, mientras la regidora cuestionada negaba con la cabeza.

La "mierda" heredada

La concejala de Seguridad Ciudadana dijo entender las quejas "porque se está haciendo un esfuerzo importante para el verano" con la misma plantilla. Pastor mencionó que el exceso de trabajo se cubría de forma voluntaria por unos cincuenta agentes y que cobraban por ello, manifestación que provocó de nuevo los abucheos. La regidora fue alzando la voz y su indignación era patente cuando rebatió las acusaciones de haber desmantelado la escala técnica policial. Pastor recordó que hay agentes con medidas cautelares que tienen prohibido acercarse al cuartel de Sant Ferran y que ella se había visto obligada a gestionar "las vergüenzas de otros". Inmediatamente, dirigiéndose al regidor Fernando Rubio (PP), fue más contundente: "He gestionado la mierda que dejaron ustedes en la Policía Local".

Hila se vio obligado a pedir respeto y silencio en más de una ocasión en su pleno de despedida, del que aseguró que era "un punto y seguido". El alcalde agradeció el trabajo realizado por las entidades, funcionarios, equipo de gobierno y periodistas durante estos dos años. Una vez acabado el pleno, dijo entender la protesta policial "desde el lado humano, porque ha sido una legislatura muy dura", en clara alusión a la corrupción.

Dimisión de Gijón

Lo que no entendió Hila, y así lo comentó, es que Gijón no hubiera renunciado al acta de concejal de Palma, petición que ayer reiteraron todos los grupos municipales, a excepción del PP, que no quiso ni comentar su ausencia en el pleno. La portavoz de este partido, Marga Duran, prefirió cargar contra la gestión del socialista: "Palma se ha radicalizado y la única suerte que tenemos es que el alcalde sólo puede gobernar dos años y además ha suspendido en todas las asignaturas y no podrá repetir", afirmó.

Neus Truyol, portavoz de Més, calificó de "indignante y vergonzoso" el hecho de que Gijón mantenga su escaño en el pleno.

Angélica Pastor, del PSIB, mostró preocupación por el acceso que tiene Gijón, como regidor no adscrito, a la documentación del Ayuntamiento, por lo que exigió que no continue.

Por parte de Ciudadanos, Josep Lluís Bauzá reiteró que Gijón debía dimitir desde el primer momento de ser investigado.

Antònia Martín, de Podemos, condenó la actuación de Gijón: "Se va para no dañar la imagen del PP, pero le da igual dañar la imagen de este Ayuntamiento".