Los contenedores de reciclaje de plásticos y envases, papel y vidrio continúan a rebosar en numerosos barrios de Palma. La última queja llegó ayer de la calle Vasco da Gama, en Son Armadans, donde no cabía una bolsa más en el depósito amarillo, por lo que los residentes optaron por dejar los envases en la calzada e invadiendo la acera.

Las protestas comenzaron hace dos fines de semana, cuando la empresa municipal Emaya se encontró con más de la mitad de los vehículos de recogida selectiva averiados debido a que están muy obsoletos, así como varias grúas, que también son muy antiguas. Pese a que se han ido reparando algunos, la flota no se encuentra al completo, por lo que los operarios de Emaya realizan los trabajos con la mayor celeridad que les permiten los medios disponibles.

La empresa municipal de limpieza tiene previsto sustituir todos los vehículos a partir del miércoles 5 de julio, cuando llegarán los primeros cinco camiones de carga lateral. A partir de octubre, se incorporarán otros diez camiones, coincidiendo con la segunda fase de renovación de contenedores de residuos y selectiva. Entre los depósitos y vehículos, Emaya invertirá este año 11,1 millones en la mejora de la recogida de basura.