El grupo ecologista GOB alerta de que el vertido de escorias en la Bahía de Palma "puede presentar problemas medioambientales, debido al contenido de elementos tóxicos". Se basa en el documento elaborado por un organismo de los ministerios de Fomento y de Medio Ambiente que advierte de que "uno de los problemas más graves de la reutilización de escorias es la posible contaminación del agua por metales pesados y lixiviados", como indica el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex), al que hace referencia el GOB.

Por ello, los ecologistas exigen paralizar el vertido procedente de las obras para ampliar el muelle de Ponent, en el que atracan los cruceros, y retirar todo el material depositado, donde además hay restos de plástico. Consideran que, "si la incineración se hiciese con todas las garantías, deberían desaparecer totalmente"; y tildan de "escándalo" esta actuación de la empresa FCC, contratada por la Autoridad Portuaria, que "podría representar un delito ambiental", tal como denuncian.

Señalan que "la presencia de plásticos hace pensar que, como en muchos otros casos denunciados por entidades ecologistas, el proceso de incineración no se hace correctamente, en tanto que no se asegura la destrucción del residuo", argumenta el GOB. Tras la alerta en las redes sociales del colectivo Mallorca Blue sobre lo que parece estar ocurriendo en la Bahía, el organismo portuario y la concesionaria de residuos Tirme negaron que los citados plásticos procediesen de las obras.

Por su parte, el presidente de Autoridad Portuaria (APB), Joan Gual de Torrella, ya descartó el sábado que los plásticos que Mallorca Blue ha fotografiado y hecho circular por las redes sociales procedan de las obras que FCC está ejecutando con material proporcionado por Tirme, un ecoárido certificado para este uso y que cumple con los requisitos de respeto medioambiental. Es más, afirma que ambas empresas han sucrito el código de responsabilidad social de la APB y que de incumplirlo, perderían el contrato.

La APB y también Tirme sostienen que "es materialmente imposible" que los plásticos que han denunciado en la zona de la Seu o de Can Pere Antoni procedan de esta obra, debido a la doble barrera instalada en el mar y a la limpieza diaria que llevan a cabo una barca y dos operarios de forma manual.

Mientras tanto, el GOB concluye que este uso "indiscriminado" de escorias para obras -es la primera vez que se utiliza en el mar balear- es "una operación perversa que, con la excusa de la reutilización y el ecoárido, quieren quitarse de encima el excedente de escorias de la planta de incineración y evitar a la empresa Tirme los costes de su correcto almacenamiento", según los ecologistas.

Analíticas

El director general de Residuos del Govern, Sebastià Sansó, dijo ayer que esta semana tendrán las conclusiones de la "revisión de las analíticas realizadas por entidades acreditadas para saber si todo está correcto". En caso de que se detectase cualquier anomalía, la conselleria de Medio Ambiente sancionará al promotor de las obras, la Autoridad Portuaria.