El grupo ecologista GOB alerta de que el vertido de escorias en la Bahía de Palma "puede presentar problemas medioambientales, debido al contenido de elementos tóxicos".

Se basa en el documento elaborado por un organismo de los ministerios de Fomento y de Medio Ambiente que advierte de que "uno de los problemas más graves de la reutilización de escorias es la posible contaminación del agua por metales pesados y lixiviados", como indica el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex), al que hace referencia el GOB.

Por ello, los ecologistas exigen paralizar el vertido procedente de las obras para ampliar el muelle de Ponent, en el que atracan los cruceros, y retirar todo el material depositado, donde además hay restos de plástico.

Consideran que, "si la incineración se hiciese con todas las garantías, [los plásticos] deberían desaparecer totalmente"; y tildan de "escándalo" esta actuación de la constructora contratada por la Autoridad Portuaria, que "podría representar un delito ambiental", tal como denuncian.