La Policía Local de Palma ha levantado actas por una veintena de infracciones de seguridad, contaminación acústica y atención al cliente a cinco locales de ocio y establecimientos de restauración de la Platja de Palma que inspeccionó el pasado jueves, según dio a conocer ayer en un comunicado.

Según informó la concejalía de Seguridad, agentes de la Patrulla Verde, que están haciendo una campaña de inspecciones que se prologará durante todo el verano, abrieron actas por falta de control de acceso y de aforo al Bierköning, y por tener los extintores caducados y poner música fuera del horario permitido a la sala Wildhouse.

Además, la sala de fiestas Rutschbahn fue apercibida de sanción por no exhibir su licencia, seguro ni documentación técnica, mientras que al local Bamboleo se le levantaron cinco actas por las mismas razones que al otro establecimiento y por carecer de control de acceso y no contabilizar el aforo.

También se abrió expediente a los locales The Club y Black Magic porque no tenían a la vista su documentación técnica, a la cafetería San Siro por esa misma razón, más la no exhibición de su seguro y tener los extintores caducados. Finalmente dos restaurantes de kebab de la calle Bartolomé Salvá se les levantó acta por infracciones similares.

"En el transcurso de la campaña de inspecciones ya se han visitado más de 70 locales y levantado 33 actas por incumplimientos de seguridad, aforo y otras normativas", señaló el Ayuntamiento de Palma.

Precisamente la vigilancia de la Platja de Palma ha sido objeto de cierta polémica entre la concejalía de Seguridad Ciudadana y la Delegación del Gobierno. La concejala Angélica Pastor aseguró hace días que la policía municipal estaba "muy sola" en esta zona, en alusión a la falta de refuerzos. Sobre esta cuestión, Maria Salom, delegada del Gobierno, acusó a Cort de "pedir siempre socorro" a la Guardia Civil y a la Policía Nacional "cada vez que tiene un problema" con su cuerpo policial.

El presidente de los hoteleros de la zona, Fernando Marín, también denunció la falta de vigilancia en Platja de Palma y la imposibilidad de hacer cumplir las normas.