Extrabajadores de es Fortí tienen previsto presentar hoy una demanda contra el ministerio de Defensa por permitir que el bar del club militar funcione, presuntamente, de manera ilegal con personal procedente de otro centro, también militar, según ha confirmado la abogada Paz Barceló, representante de cinco de los seis empleados que hasta hace unos meses trabajaban en es Fortí.

La letrada afirma que estos trabajadores están en una "situación de indefensión y en el limbo" después de que la última empresa adjudicataria del bar de la piscina de es Fortí, Trust Yuncliyo, abandonara la concesión con deudas y diera de baja a los seis empleados, después de meses de retrasos en el cobro de nóminas e impagos.

A esta situación se suma que los afectados aseguran que la cafetería de la piscina se ha puesto de nuevo en marcha, con personal procedente de una residencia militar y, añaden, tienen pruebas de estos hechos.

Paz Barceló confirmó que hoy tiene previsto interponer una demanda ante el juzgado de lo social por lo que califica como un "incumplimiento grave" por parte de la propiedad del negocio, es decir, el ministerio de Defensa, al haber "continuado la actividad ilegalmente interponiendo personal de otro contrato".

Para complicar aun más este asunto, la abogada explica que el Ministerio está obligado a convocar un concurso para adjudicar el servicio de bar y que se desconoce si tal adjudicación ya se ha llevado a cabo. El Ministerio anunció una nueva licitación en el club militar de Es Fortí, pero con errores, ya que situaba estas instalaciones por el norte de España.

La demanda ante el Juzgado de lo social se presenta después de dos intentos fallidos de llegar a algún acuerdo en el Tribunal de Arbitraje y Mediación (Tamib), en los que no se presentó ningún responable del club, confirman Barceló y Roberta Pérez, una de las extrabajadoras. La indignación de los antiguos empleados de es Fortí, alguno con hasta nueve años de antigüedad, se incrementó cuando se les prohibió la entrada al club. "Jugaron con nosotros, se creen que somos estúpidos y que como son militares, son más que los demás", denuncia Pérez.