La 'gentrificación' ha llegado al padrón municipal de habitantes. La expulsión de residentes de los barrios para destinar los pisos al alquiler turístico queda reflejada en los datos del último estudio de la población palmesana, ya que las barriadas con más viviendas vacacionales han registrado un descenso de empadronamientos. Lo destacó la teniente de alcalde de Función Pública y Gobierno Interior, Aurora Jhardi, durante la presentación ayer del informe y puso como ejemplos las zonas de Cort, el Molinar, Son Espanyolet y Santa Catalina, en las que se han borrado del padrón 183 personas este último año.

"Estamos perdiendo población local en estos barrios, gente que residía y hacía su vida allí", como lamentó. "La 'gentrificación' se empieza a ver reflejada y, en los datos de los próximos tres años, será muy significativa", apuntó. Además, recordó que numerosas personas siguen empadronadas en un domicilio donde no viven por una cuestión de comodidad o ventajas, pese a que es obligatorio informar al consistorio de si hay un cambio. Por tanto, continúan de alta en su antiguo barrio, por lo que puede que los expulsados por la 'gentrificación' sean más que los registrados en el padrón.

Más gente que nunca

Palma tiene 434.516 habitantes empadronados, la cifra más alta registrada hasta ahora. El número de residentes ha ido creciendo de forma constante, excepto el año 2010, que descendió ligeramente debido a la crisis. El padrón a día 1 de enero de este año asumió un incremento de 3.917 personas respecto al mismo día de 2016. Y en casi dos décadas, desde 1998, la población de la capital balear ha crecido en 104.829 personas, tal como destacó el jefe de servicio de Población del Ayuntamiento, Tomàs Lladó.

En términos porcentuales, se trata de la capital de provincia que más ha aumentado. Señaló que hace años estaba en el puesto 12 y ha ascendido al ocho, por detrás de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Murcia y Las Palmas de Gran Canaria. El experto resaltó respecto al último estudio del padrón municipal que "Palma siempre ha ido creciendo, pero lo que está cambiando durante los últimos años es la procedencia", ya que se ha producido un aumento considerable tanto de españoles como de otros países de la Unión Europea, mientras que hay una bajada cada vez más importante de habitantes sudamericanos y africanos.

Vuelven a sus países

Por nacionalidades, el 1 de enero había 2.738 españoles más que un año antes, 685 italianos más, 261 rumanos más y 185 alemanes más empadronados en la ciudad. Por el contrario, se dieron de baja en el padrón 380 bolivianos, 248 ecuatorianos, 182 nigerianos y 104 marroquíes. La disminución se inició con la crisis y "muchos extranjeros volvieron a sus países de origen, ya que no se han dado de alta en otros municipios de la isla o del resto del estado español", en palabras de Jhardi. Señaló que los motivos del retorno "pueden ser porque no han encontrado la manera de arraigarse, ya sea por falta de trabajo o la no posibilidad de acceder a una vivienda. Visto en positivo, puede ser que hayan encontrado un trabajo en su país", tal como añadió.

Un dato llamativo es que se ha producido una subida moderada de los habitantes de los países asiáticos, como India (60 altas en el último padrón), China (42) y Pakistán (32). Como curiosidad, en 2015 había un apátrida y el año pasado la cifra aumentó hasta las cuatro personas empadronadas en Palma sin una nacionalidad reconocida. Los movimientos migratorios durante el pasado año representaron un incremento de 4.621 extranjeros y 1.244 españoles, tal como explicaron Lladó y Jhardi durante la presentación de los resultados del padrón del año pasado.