Tras cinco meses de encontronazos y de que los vecinos de Son Rapinya se vieran privados del uso del camino de Pinar Parc al cementerio de La Vileta, popularmente conocido como la ruta del colesterol, se ha alcanzado un acuerdo entre la propiedad del golf de Son Quint y ellos.

“Estamos satisfechos”, indicó Marisa Bonache, representante de la agrupación vecinal, que con todo insisten en que “es un camino público” frente a la propiedad que lo niega. Con todo, “lo importante, que era recuperar este camino para el vecindario, y no solo, puesto que era muy utilizado, se ha conseguido”, añadió.

La reunión ha sido a cuatro bandas. Convocada por Urbanismo, ha asistido el regidor Antoni Noguera, junto al gerente municipal, el arquitecto Joan Riera, así como el director insular de Medio Ambiente, Josep Manchado, representantes de los propietarios del golf y vecinales.

La apertura, sin fecha concreta, está a la espera de concretar y acordar detalles. Será una “reapertura temporal, que no creemos que se demore más de dos semanas, pero la idea es que el camino sea de libre acceso para todo aquel que vaya a pie”, manifiesta Bonache.

Los propietarios del golf esgrimen como causa del cierre, que ha dejado a cientos de residentes sin su camino saludable, al paso de motos y quads. Ayer mostraron fotografías que evidenciaban sus afirmaciones.

Ahora van a perfilar los puntos del convenio que fije las condiciones de paso por este camino perimetral al campo del golf de Son Quint. “Como muestra de buena voluntad, la empresa propietaria se ha comprometido a reabrir en los próximos días, el camino, en condiciones similares a las que había antes del cierre de la finca”, indican desde el Ayuntamiento.