El vicepresidente y conseller de Cultura y Patrimonio de Consell de Mallorca, Francesc Miralles, aseguró ayer que "hay margen político" para rechazar la catalogación del monolito de sa Feixina pese a que el miércoles la ponencia técnica de de Patrimonio, con una gran división entre sus miembros, emitió un informe a favor de la protección como Bien Catalogado. Miralles aseguró que "es una estrategia política que este expediente haya llegado hasta Patrimonio, justo cuando el Ayuntamiento de Palma ha manifestado su intención de demolerlo".

Miralles no quiso avanzar cuál será el sentido del voto del equipo de Gobierno del Consell en la comisión de Patrimonio del próximo martes, aunque indicó que el último acuerdo de la ponencia que propone la catalogación del monolito "es muy débil" ya que cuenta "con más abstenciones que votos a favor".

Según Miralles, los distintos grupos que conforman el equipo de gobierno del Consell, que cuentan con mayoría en la comisión política, estudian en estos momentos los argumentos técnicos y jurídicos que utilizarán el próximo martes para elevar una decisión definitiva al pleno de la institución insular del próximo mes de julio.

Miralles, calificó lo ocurrido como de "estrategia política para evitar el derribo de sa Feixina". Manifestó su "absoluta sorpresa" por la decisión de los integrantes de la ponencia técnica ya que existe un informe de diciembre de 2015 que apunta todo lo contrario.

En esta ocasión el dictamen contó con los votos favorables de doce integrantes de este órgano, que estuvieron de acuerdo con el informe redactado por el técnico de Patrimonio de la institución insular, Antoni Lozano, en el que se pone de manifiesto que el monolito carece de los valores históricos e histórico artísticos suficientes para que sea declarado como Bien de Interés Cultural (BIC) o Bien Catalogado. Este informe no ha sido modificado, por lo que, junto con otros que van en la misma dirección como los aportados por la Associació de la Memòria Histórica de Mallorca, continúa en el expediente. "Se trata de un monolito que ensalza unos hechos bélicos y trágicos y no entendemos como hay tanto interés en convertirlo en un monumento catalogado", apostilló Miralles.

Rechazo de la izquierda

Desde Podemos, Més y PSOE se mostraron partidarios de rechazar la protección. Ayer no quisieron avanzar el sentido de su voto en la comisión del martes, aunque todo parece indicar que el Pacto de Izquierdas optará por tumbar la protección de sa Feixina. El Pi está estudiando los informes para conocer por qué han cambiado de opinión los técnicos.

Por su parte, el PP no descartó llevar ante los tribunales al Consell si la izquierda decide no proteger el monolito. El conseller popular Joan Rotger apuntó que "garantizaremos que se cumpla la legalidad al tratarse de un monumento con valores patrimoniales acreditados y que representa a toda la ciudadanía", después de recordar que incluso organismos de la UNESCO se han manifestado a favor de la protección. En esta misma línea se expresó la representante de Ciudadanos, Catalina Serra.