La catedrática de Historia del Arte de la Universitat de les Illes Balears Catalina Cantarellas se reafirmó ayer en el contenido del informe emitido en septiembre de 2009 por encargo del Ayuntamiento de Palma en sentido de que el monolito de sa Feixina carece de valores históricos e histórico artísticos suficientes como para preservarlo como Bien de Interés Cultural (BIC) o Bien Catalogado.

Asimismo, criticó en su momento la "contextualización" del monumento adoptada por el consistorio de Aina Calvo en 2010. Cantarellas analizó, en un informe de 22 folios, la legislación sobre el patrimonio y sus valores; las circunstancias de la construcción del monolito y las características del monumento.

Describió su significado, el análisis formal de la construcción y su emplazamiento. La profesora, si bien considera que se trata de una obra que "formalmente tiene corrección arquitectónica y sobretodo escultórica, no va más allá y, en consecuencia, es completamente prescindible dado su falta de valor patrimonial". Además, aseguró, "ocupa un espacio público al que no hace ninguna contribución sino que el contraviene". Asimismo, recordó que "no goza del reconocimiento ciudadano general", puesto que "para un sector del colectivo social tiene connotaciones de dolor, represión y muerte vinculadas a un régimen ilegal".