La mejor ciudad para vivir, el destino más deseado para pasar vacaciones, tiene una carta de presentación llena de lamparones. El Parc de la Mar, la primera imagen que la mayoría de visitantes quiere inmortalizar y lanzar en las lianas de la red, se columpia. Entre el pupurri del top manta con la policía a caballo haciendo la vista gorda, los olores fétidos que llegan de las aguas del lago a los que cabe sumar el de los lavabos del único bar que hay en las 9 hectáreas del parque, o el pésimo estado de conservación de la muralla renacentista y de las esculturas que circundan el parque, el visitante debe alzar la vista al cielo y quedarse con la Catedral. No saldrá defraudado si mira a lo alto porque a poco que derive la mirada hacia el suelo, se tropezará con el descuido de esta ciudad que en breve cambiará de alcalde. A ver qué medidas toma.

Cuando en 1978, un jurado entre los que se encontraban el pintor Joan Miró y el arquitecto Josep Lluís Sert eligió el proyecto del Equipo Zócalo, de Pere Nicolau, ya se ponderó la idea de "gran lago" para enlazarlo con el mar. Esta arquitectura que siempre buscó ser espejo de la Catedral, como lo fue cuando el mar llegaba a los pies de la muralla, no cumple su cometido.

Emaya, la encargada de la limpieza del lago, dispone de una pequeña embarcación y limpia cada dos o tres días, solo esta semana, la proliferación de algas debido a las altas temperaturas ha oscurecido el reflejo del espejo.

"La limpieza diaria solo se hace en verano. Pero hemos tenido que adelantarla", indicaron desde la empresa municipal, que actuó una vez que se le avisó del mal estado de las aguas del lago del Parc de la Mar. "Tendremos que limpiar a diario", reconocieron. Lo que se hace es retirar las algas y rellenar de agua del mar para refrescar la temperatura del lago.

Baños públicos

Palma carece de baños públicos municipales. Desde Cort ya se indicó que los aparcamientos públicos sirven de urinarios. La avalancha de cruceristas que desembocan en el Parc de la Mar son los usuarios más frecuentes de estos servicios. A los que se encuentran en el interior del estacionamiento, se demuestran insuficientes. Acuden a los del único bar abierto del parque, el Guinnes. Una empleada de limpieza no puede acabar con el aspecto "de viejos" que tienen los baños. "Lo peor es el olor", dice, señalando la tapa de la alcantarilla, que está en la entrada de los baños.

¿Así cuidamos a la principal industria de Mallorca? ¿O son esos turistas que enriquecen este economía de servicios los principales causantes de tanta suciedad?

Palma cuenta con una ordenanza que multa a quien arroje al suelo desde colillas a papeles, sin embargo, la falta de efectivos convierte la normativa en papel mojado.

El efecto espejo no solo se da en las aguas opacas del lago, también se da en el comportamiento d de las personas. Si uno pasea por un lugar limpio, difícilmente arrojará algo a la calle; y a la inversa, también. Si el Parc de la Mar se descuida, probablemente los miles de turistas que lo crucen acabarán aportando su 'bolsa de plástico'.

Pista de atracciones

En esa inmensa superficie, con apenas arbolado, hallaron acomodo algunas de las esculturas de la Universiada, aquel momento de éxtasis artístico en los ayuntamientos de los populares Joan Fageda y Catalina Cirer. Pero muchas de ellas ya fueron colocadas en el origen del parque, en 1984. Resulta paradójico que con las esculturas que sirvieron para abrir el parque, las de Andrés Alfaro, una de las dos, Gran cercle negre, lleve retirada desde 2002.

Hecha de tubos de aluminio, colocados en vertical y en diagonal, se colocó en 1985 y se retiró en 1994. El informe técnico de Cort dice que los tubos sufrieron un proceso de "sulfatación". Se colocó sobre una peana para evitar que la gente se subiera pero ni por esas. Hoy el Gran cercle negre está aparcada en una dependencia municipal, sin fecha ni proyecto ni presupuesto que la sacan al lugar para el que fue concebida y pagada con dinero público.

En un estado lamentable está la de Josep Guinovart, Conjunto escultórico, fragmentada, saboteada por borrones de pintura. Abandonada.

"Se ha convertido en un parque de atracciones para los skates, los que practican escalada o bulder y los saltos, la última moda", expresa Bartomeu Bestard, cronista de la ciudad.

"Hemos propuesto colocar una barrera, pero va a durar dos días", asegura convencido. Él aboga por la educación.

El artista catalán indicó en su momento que quería que la obra que donó al Ayuntamiento de Palma, fuese para el disfrute de las persona. Quería que "fuese vivida; incluso paseada por dentro"; pero no pisoteada de esta manera. El conjunto de marés, que rinde homenaje con sus formas redondas y de media luna, a la arquitectura popular mallorquina, lleva años pidiendo a gritos una restauración en toda regla.

El resto de esculturas también necesitarían ser revisadas, pero Cort no dispone de liquidez suficiente. Es su argumento.

No solo las obras de arte contemporáneas sufren del abandono y el vandalismo, también la historia es víctima de los atentados. Las murallas no se libran de los trazos sin sentido de los desaprensivos grafiteros.

El pasado mes de abril, la Policía Local arrestó a un grafitero de unos 30 años por presunto delito de daños al patrimonio. Se le encontró una agenda repleta de dibujos negros idénticos a los aparecidos en la muralla renacentista del Baluard del Príncep. En el túnel que da entrada al Parc con Ses Voltes, los garabatos abundan en la pared. Bajo esa cubierta habita estos días una persona sin techo. Una mujer hace la colada y tiende sobre las piedras históricas.