En la primera imagen, la oxidada papelera ubicada junto a la entrada al bosque por la calle Bellver tiene una bolsa gris y ya está llena de basura. La segunda foto también muestra una bolsa lila colocada por una vecina y restos de ropa en el muro. En la tercera, la residente ha decidido retirar la bolsa gris y ha puesto la otra, que se ha vuelto a llenar, y hay desperdicios por el suelo. Poco después (cuarta imagen) se rompieron las patas de la papelera porque la base está muy oxidada. En la última foto, tomada ayer, se ve que la bolsa de basura ha sido cambiada de nuevo por la vecina.