El Ayuntamiento de Palma ha ordenado a unos empresarios extranjeros la paralización, y por tanto el cierre (al menos temporal), de un nuevo bar-restaurante de lujo que se inauguró hace poco en primera línea de la Playa de Palma, cuyas obras se han realizado sin autorización.

Los propietarios, unos empresarios holandeses que tienen casi una docena de locales de ocio en esa zona, han cambiado el uso del edificio donde se sitúa este local. Antes era una tienda de ropa y ahora es un establecimiento de ocio, sin que se haya presentado en el Ayuntamiento, como exige la ley, ningún proyecto de cambio de uso. De hecho, a pesar de la envergadura del proyecto, no contaban con un permiso de obra mayor. Este local, Level Dining Lounge, está ubicado en la calle Avenida Cartago, en la primera línea de la Playa de Palma. Hasta hace unos meses, el edificio, de tres plantas, era una tienda de ropa de una conocida marca nacional. Los dos empresarios lo compraron por un precio que supera el millón de euros. Durante los últimos meses, según han constatado los vecinos, se han realizado las obras para convertirlo en un moderno y espectacular bar-restaurante, tanto interior como exterior, de dos pisos.

Denuncia de un vecino

El Ayuntamiento de Palma ha actuado a requerimiento de un vecino de la zona, que denunció que se estaba realizando dicha obra y no parecía que contara con autorización. Antes de la denuncia no consta que ningún funcionario municipal visitara la zona para comprobar el proyecto. Este vecino ha tenido que presentar varias denuncias para conseguir que los servicios de Cort se movilizaran. Hace unas semanas un celador visitó el local. Comprobó que el uso del edificio se había modificado. De hecho, pudo constatar como se había construido en el interior una barra de bar. Tras este informe, se confirmó que las obras se habían realizado sin permiso y se había efectuado un cambio de uso del negocio sin informar a la autoridad municipal y, por supuesto, sin licencia, según confirmaron fuentes del Ayuntamiento.

El denunciante ha exigido reiteradamente que se ordene la paralización de las obras y el cierre del negocio. El pasado día 4, según las fuentes, se le notificó a la empresa que se había firmado un decreto ordenando la suspensión de la actividad. La infracción no era tanto por las obras, sino por el cambio ilegal de uso del edificio.

De momento, la empresa no ha procedido a cumplir el acuerdo municipal, ni tampoco ha presentado ante Cort ningún proyecto técnico sobre la construcción que se ha realizado. El expediente pasará en breve al departamento de Disciplina y licencia de actividades, que podría ordenar la paralización inmediata de dicho negocio, en el que se han invertido más de dos millones de euros.

El bar-restaurante lo han montado dos empresarios que se dedican desde hace tiempo a la restauración. Su actividad está dedicada al público extranjero, sobre todo el holandés. En su momento, se investigó a esta empresa porque contrató a un policía local de Palma para que trabajara en uno de los locales.