El local Anima Beach, situado en la playa de Can Pere Antoni, ha vallado su terraza hasta las rocas y corta el paso por el otro lado con grandes jardineras de plantas, de forma que, bordeando el mar, las personas en silla de ruedas o los cochecitos de bebé no pueden pasar de una zona de la playa grande a la otra más pequeña.

El club de playa ha delimitado su terraza, donde tiene instaladas las hamacas y sombrillas para sus clientes, de tal manera que no deja espacio suficiente para que una silla de ruedas o un cochecito pueda pasar por primera línea, siguiendo la orilla del mar. Sí se puede pasar sobre las rocas, pero es una alternativa del todo inaccesible para personas con movilidad reducida.

La parte llana y encimentada en primera línea está ocupada por completo por el local, que además obstaculiza el paso por el otro lado, el de la playa pequeña, con barreras y jardineras y con vallas y mobiliario por la parte trasera del club. Ante esta situación, a quien quiera pasar de una zona a otra de Can Pere Antoni no le queda más remedio que pasar por unas escaleras, escollo insalvable para una silla de ruedas.

Diario de Mallorca ha recibido la queja de una persona afectada por el cierre de paso impuesto por el local, quien asegura que al cruzar por la terraza del Anima Beach (cosa que ahora tampoco solventa el problema, ya que las jardineras cierran el camino), "te llaman la atención".