El Molinar no quiere perder ni su port petit ni su identidad. De ese afán surge Molinaritza´t!, una acción colectiva entre Vogar i Ciar, Salvem el Molinar y Atòmic, a través del proyecto Be Free, que ayer se desarrolló en el parc Son Tarrés. A lo largo de la mañana, los niños del barrio han pintado de colores parte del viejo depósito de agua. Al lado, unas mujeres tejían flores de rafia.

"Nos mueve que el barrio mantenga su esencia popular. Aquí hay gente de todos los niveles económicos pero estamos sufriendo los estragos de la gentrificación", indica Toñi Fernández. El Molinar es una de las zonas de Palma donde el precio de las viviendas se ha puesto por las nubes. Solo las rentas altas pueden optar a ellas.

Carles Gispert, artista de Atòmic, cuenta que estas acciones "están encaminadas a cuestionar el espacio público desde un punto de vista artístico".

Los niños dejan sus corazones y flores de tinta a todo color en un depósito que volverá a dar vida al parc de Son Tarrés. La siguiente: "comunicar el parque con el mar".